Dani Abalo (29/9/87) disfruta de unos días de descanso en Vilagarcía tras seis intensos meses en Bulgaria, en las filas del Ludogorets,  equipo que tras jugar varios eliminatorias previas de la Champions logró clasificarse para los 1/16 de final de la Europa League, donde se verá las caras con la Lazio.

- Líder de la liga búlgara, sigue adelante en Europa y a nivel personal ha marcado 9 goles en todas las competiciones. Lo de irse tan lejos no fue mala idea...
- Llegar a un equipo, a una liga y a un país diferente fue un cambio importante. Estoy contento por lo que juego, estoy haciendo goles, la dinámica del equipo tanto en liga como en Europa es muy buena. Lo más difícil es adaptarse a Razgrad, que es un pueblo de 30.000 habitantes en el noreste de Bulgaria. Apenas puedes hacer nada, el día a día se hace un poco pesado, pero lo estoy llevando bastante bien porque tenemos partidos prácticamente cada cuatro días, y además tengo a mi novia conmigo que lo hace todo más fácil. El idioma búlgaro lo domino todo con respecto al fútbol, entiendo al entrenador, fuera de ahí me cuesta...

- Está en un club peculiar, cuyo dueño es uno de los empresarios más importantes de Bulgaria, compró un equipo de  Segunda División para hacerlo campeón y llevarlo a Europa, una inversión extraña en un lugar que no está entre los 30 más importantes por población del país....
- Cuando me llamaron en verano yo no conocía el club, solo sabía del CSKA y del Levski, me sorprendió porque era el campeón búlgaro, por eso antes de firmar fui a conocerlo y comprobé que todas las instalaciones y los medios que tiene eran nuevos y modernos. El dueño tiene la ambición de hacer crecer al club y explica que eligió Razgrad para que los jugadores se centren solo en el fútbol, no quiere que estén en una ciudad como Sofia y se distraigan con otras cosas.

- Sin embargo se pasan más tiempo en la capital del país que en el pueblo...
 - Pues casi, a Sofia viajamos constantemente porque la mayoría de los equipos de la Liga son de allí y porque la UEFA no nos permite jugar en nuestro campo de 6.000 espectadores por normativa, lo hacemos en el Estadio Nacional, tanto  nosotros como nuestra afición tenemos que cruzar el país, son unas 5 horas en carretera, para jugar en Europa. Al principio los viajes era a lo que más me costaba adaptarme, el pasar 5 días fuera de casa, además las carreteras no son autovías precisamente....

- En pretemporada tras perder la Supercopa y caer en la ida de previa de Champions, el entrenador fue destituido. ¿El presidente es de los que baja al vestuario y da instrucciones a los jugadores?
- Lo hizo el día de la previa de Champions contra el Basilea, en el primer partido que jugamos como locales en Sofia en Europa, hubo problemas sobre la cesión de estadio y vino para alentarnos, aunque también nos habló de fútbol y nos dio indicaciones, fue muy curioso.

¿Qué tal con los compañeros?
-Con el colombiano es con el que mejor me llevo, igual que con el  portugués y los brasileños, con los búlgaros es más difícil tanto por la barrera idiomática como por su forma de ser, son bastante más cerrados.

- ¿Cree que estos seis meses en el extranjero le han servido para madurar?
- Me fui a Bulgaria con dudas, pero ahora mismo creo que he logrado abrirme más puertas en Europa, mi intención es poder regresar a España al final de esta temporada, a un Segunda o incluso a un Primera si tuviese tanta suerte. Esta temporada me está sirviendo para crecer futbolísticamente y adaptarme a otro estilo de juego, incluso a otra nueva posición. Estoy en continuo aprendizaje,  mejoré otras facetas del juego, el estar en un equipo ganador te permite jugar cerca del área continuamente.

- ¿Cuál es el nivel de la Liga en comparación con la española?
- Quitando a nuestro equipo y al segundo clasificado,  que están por encima del nivel, los otros 6 o 7 primeros serían de Segunda en España. A nivel táctico hay mucha diferencia, menos trabajo, en lo técnico también, aunque en mi equipo hay futbolistas que jugarían en Primera División en España, como  el lateral derecho brasileño, el mediocentro, Marcelinho  o el portero.

- ¿Cómo fue jugar las eliminatorias previas de Champions?
- Fue muy bonito, sobre todo la victoria en un campo como del Partizán, que estaba lleno y animando mucho. En la última eliminatoria con el Basilea nos faltó experiencia, ganábamos 2-1 en casa y estábamos atacando en vez de echarnos atrás,  nos hicieron 3 goles a la contra y se nos escaparon las opciones .

- El recuerdo de jugar esa eliminatoria será imborrable...
Claro, cada momento que viví, desde el entrenamiento el día anterior, la llegada al estadio, la camiseta con el escudo de la Champions, el himno en el campo, todo eso no se va a olvidar. Tampoco el haber jugado y ganado en Europa League en campos como el del PSV en Holanda, del Dinamo de Zagreb o el Chernomorets  en un Ucrania, aunque no sea tan conocido.

 - Y la guinda fue su gol en Croacia..
- Para mí era importantísimo meter un gol, fue un alivio, lo necesita porque ya he hecho algo más en Europa League que jugar varios partidos.

- ¿Cómo vive el fútbol búlgaro todo lo que está haciendo el Ludogorets?
- La gente tiene envidia, porque hay un dueño que está invirtiendo y haciendo las cosas bien,  ahora va a reforzar más el equipo estas semanas. En Bulgaria nos tienen envidia sana pero nos quieren y apoyan porque representamos al fútbol del país.

- ¿Podrán con la Lazio?
- Es un rival poderoso, tenemos que tener humildad e ir con respeto, aprender de la eliminatoria contra el Basilea.