El BNG golpeó a su socio de gobierno en A Illa con las condiciones para la nueva EDAR y dos preguntas por gestión “arbitraria”

Tildan de ultimátum el convenio con Acuaes para la depuradora porque no firmarlo supondría perder el 80 % de la inversión
El BNG golpeó a su socio de gobierno en A Illa con las condiciones para la nueva EDAR y dos preguntas por gestión “arbitraria”
El grupo municipal del Bloque en el Pleno del viernes | Gonzalo Salgado

El BNG de A Illa dejó claro en el Pleno de esta semana que formar parte del bipartito no le impedirá cargar contra su socio de gobierno. Lo hizo en esta sesión criticando la gestión socialista para el proyecto de nueva estación depuradora de aguas residuales (EDAR) y también con la formulación de dos preguntas directas sobre dos gestiones en las que vieron “arbitrariedad” en el mandato pasado, cuando el PSOE gobernaba en solitario. 


No le tembló el pulso al grupo de Manuel Suárez, como tampoco le tembló en su día en la Mancomunidade, cuando la entonces recién investida presidenta, la socialista Marta Giráldez, vio cómo el apoyo que presumía en la fuerza nacionalista para nombrar vicepresidente a Aspérez naufragaba, para terminar enquistándose. Una situación que terminaría costándole una moción de censura. Y, con ella, el cargo.

 

Fuego amigo

Fue así como el Bloque ejecutó también en los ruegos y preguntas del viernes dos lanzamientos a la línea de flotación de su socio. El primero, al preguntar por qué el Concello había asumido con fondos propios la contratación de una asistencia jurídica para el desarrollo del área de reparto 14, donde actualmente se levanta un bloque de viviendas, cerca de la Agrupación de Mexilloeiros. Por qué en ese caso y no en otras áreas de reparto, algo que fue calificado de decisión “arbitraria”. 


La segunda cuestión fue preguntada directamente a la segunda teniente de alcalde, la socialista Rosi Viana: el porqué de un pago de 3.000 euros a la Federación Española de Universidades Populares en concepto de “patrocinio editorial de sete libros”.

 

Las explicaciones

El PSOE respondió sucintamente a la primera cuestión. Fue así como el alcalde, Luis Arosa, justificó que el Concello no disponía de medios técnicos suficientes para afrontar aquellos trabajos técnicos sobre el área de reparto, por lo que se optó por “externalizar” esta labor, “como se fixo noutros proxectos”. 


Más amplia fue la respuesta de Viana, que defendió el papel de A Illa como único municipio actualmente en Galicia dentro de la Federación Española de Universidades Populares. Tras detallar que el Concello paga la cuota anual en la entidad, amplió que en este caso se patrocinó la publicación de siete obras diferentes —que no únicamente siete ejemplares—, sobre materias como educación, cultura, igualdad, salud o historia. Incluso reveló que ella misma colaboró en la elaboración de uno de los artículos publicados en estos libros, destinados a formación “a cada unhas das universidades populares”. “Son moitos os concellos que colaboran nesta editorial”, para este fin de divulgación del conocimiento y democratización de la educación, defendió. 


La EDAR

Como se adelantó el viernes, las aprobación del convenio con Acuaes para la futura depuradora supuso otro frente entre los socios. Aunque el texto se terminó aprobando por unanimidad, el Bloque planteó objeciones, que ayer reiteró en forma de comunicado. Así, quieren “desmentir os dous mantras que se repiten sobre a actual depuradora”: “Afírmase que quedou obsoleta e que está infradimensionada. Ningunha das dúas afirmacións é certa”, Fue así como acusaron a la Xunta de Fraga de poner en marcha una depuradora en el año 2000 que ya incumplía normativa comunitaria de 1991. Tampoco comulgan sobre que se ha quedado pequeña, “porque a proboación de A Illa é a mesma, ou incluso algo menor” que entonces.
 

A mayores, ya metidos en la gestión de la nueva EDAR, acusan al gobierno local socialista de una “nula” participación en la toma de decisiones sobre el proyecto. “Agora atopámonos cun ultimato de Acuaes no que se nos require a que asinemos o convenio para a construción da nova EDAR ou que retirarán os fondos Next Generation”. Advirtieron además de la letra pequeña, que podría incrementar la deuda municipal: El Concello paga el 20 % de la ejecución, pero también cualquier posible sobrecoste, no infrecuente en este tipo de grandes proyectos, sujetos a imprevistos. Igualmente afean que la obra estatal solo suponga la EDAR y no se actúe en mejoras a la red de abastecimiento. Aunque el alcalde defendió que será Augas de Galicia la que invierta en ello más de un millón de euros, para el BNG la gestión es “francamente mellorable”: “Aquí gobernouse moitos anos de maneira irresponsable”, afirman. 

El BNG golpeó a su socio de gobierno en A Illa con las condiciones para la nueva EDAR y dos preguntas por gestión “arbitraria”

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