La agricultura no es una ciencia exacta y menos cuando la principal variable, las condiciones meteorológicas, no responden ante nadie. “Pero o campo é así, as campañas son a cinco anos”, explicaba ayer el gerente de la cooperativa Hortumia, Manuel Alba, para indicar que, precisamente, no es un negocio estable. Y es que el año no está yendo excesivamente bien para la huerta de O Salnés e incluso se vislumbra “máis complicado que o anterior”, añadió.
Según Alba, el calor de las últimas semanas aceleró el crecimiento de los productos de temporada (lechugas, pimientos, etc.) antes de lo previsto y el resultado ha sido una “saturación do mercado” y, en consecuencia, el agricultor consigue precios bajos por su cosecha, “ridículos”, llegó a decir. Como ejemplo puso la lechuga, que se está pagando a 15 céntimos la unidad. Reconoció que estas circunstancias son propias del mes agosto pero les ha pillado desprevenidos porque lo vienen padeciendo desde julio, hasta el punto de que se encuentran con plantaciones que no logran beneficios suficientes para cubrir los costes de producción.
En esta misma línea, Alba destacó la impaciencia de algunos jóvenes que han entrado en la cooperativa en los últimos meses, como una salida laboral. De hecho, Hortumia realizó el pasado un año un llamamiento a los interesados y recibieron una “avalancha” pero la experiencia no está resultando tan gratificante. La firma tiene el compromiso de recoger la producción de sus socios pero siempre con unos mínimos de calidad y no siempre han recogido todo los que les traían. “A xuventude quere beneficios rápidos pero o campo non é así, necesitas máis dun ano, por eso, queremos xente con certa experiencia e aos máis mozos recomendamos que comecen con plantacións ao aire libre que teñen menos gastos e polo tanto é máis fácil asumilos sen vén unha mala colleita”, agregó. Y es que montar un invernadero requiere de una importante inversión que no se amortiza desde el primer momento.