Los rañeiros de A Illa regresan al trabajo a medio gas para preservar el desove en los bancos

Comienzan en zonas menos productivas buscando el equilibrio entre la reactivación de ingresos y el futuro de la producción
Los rañeiros de A Illa regresan  al trabajo a medio gas para preservar el desove en los bancos
Una embarcación de marisqueo a flote, ayer en la costa isleña | Mónica Ferreirós

Los rañeiros de A Illa de Arousa regresaron ayer al trabajo. No lo hacían desde enero, lo que suponía una asfixia para aquellos marineros que únicamente tienen esta fuente de ingresos. La decisión se toma, pues, buscando el equilibrio entre la necesidad de reactivar esos ingresos y la producción y renovación de los principales bancos. También para conocer cómo responden los compradores.


El patrón mayor, Juan José Rial Millán, explica que se ha comenzado abriendo al trabajo zonas “máis pobres”, con la idea de ir “compensando noutras zonas os días de traballo” para que los profesionales puedan completar sus ganancias. Con la cautela en los grandes bancos, confían en preservar el desove, que se da especialmente en esta época, allí donde haya más marisco. “Imos aos poucos. Esta é unha primera toma de contacto”.


Ayer salieron al mar alrededor de setenta embarcaciones, de las 150 que puede llegar a haber en la agrupación de a flote. Se plantearon opciones de topes: Una, de 2 kilos de basosa, 1 de japónia, medio de fina y cinco de relojito. La otra, de 5 kilos de rubia, 5 de relojito y 2 de carneiro. 


Finalmente, ayer se extrajeron 74 kilos de babosa, 85 de japónica, 164 de rubia, 23 de fina, 37 de berberecho, 71 de carneiro, y 263 de relojito. También se trajeron otras especies como navaja y longueirón. En cuanto a precios, la babosa alcanzó los 26 euros el kilo la grande y 23 la pequeña, la japónica, entre 16 y 11; la rubia, 14,70; la fina alcanzó los 123, el berberecho fue a 8,85 y el carneiro a 10.  


Los precios, interpreta el patrón, “son máis ou menos como os de calquera ano nesta época”, si bien destaca como anomalía el de la fina: Apenas hay en toda la Ría y la poca que sale alcanza altos precios elevados. 

 

Mulleres salgadas: “Las mariscadoras no desean vivir de ayudas”

Por otra parte, desde Mulleres Salgadas-Asociación galega de mulleres do mar hicieron público ayer un comunicado en el que expresan que “las mariscadoras no desean vivir de subvenciones ni ayudas y lo que piden es poder seguir trabajando en el mar y mantener su medio de vida”. Afirman, además, que la “única ayuda directa que han recibido hasta el momento por parte del gobierno autonómico gallego es absolutamente insuficiente tanto por cuantía como por alcance”. “La falta de planes de gestión de apoyo al marisqueo está abocando a muchas de nuestras compañeras a abandonar el oficio por la precarización que sufren”, advierten.

Los rañeiros de A Illa regresan al trabajo a medio gas para preservar el desove en los bancos

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