La colocación de los pantalanes del Real Club Náutico de Sanxenxo generó polémica desde la misma asamblea en la que los socios deciden solicitar a Portos la concesión de una lámina de agua para este fin.
El proyecto no gustó al Concello, que advirtió primero de cierta “competencia desleal” y luego de los daños ambientales que causaría. El ente provincial desoyó entonces los argumentos del Concello y autorizó la obra.
La polémica volvió en cuanto comenzaron a verse asomar sobre el agua los primeros pilares sobre los que pivotarán los pantalanes. El Concello pide la revisión a Portos del proyecto y los técnicos llegaron esta semana para hacer los pertinentes levantamientos topográficos.
Desde el Real Club Náutico confirmaban ayer que colaboraron con ellos en todo momento, prestándoles incluso las embarcaciones para que hiciesen las mediciones pertinentes. Una precaución que, aseguran, también realiza la entidad náutica de Sanxenxo para cumplir el proyecto con precisión.
Ayer, ni el Concello de Sanxenxo y el Real Club Náutico habían recibido el resultado del informe técnico realizado por Portos de Galicia. “No trabajamos —ayer viernes— porque es día festivo, pero el jueves la empresa adjudicataria sacó los restos del dragado y desarrolló su actividad laboral con normalidad. Tampoco ellos han recibido notificación alguna que les haga variar su programación de trabajo. Si Portos ha tomado alguna decisión, nosotros lo desconocemos”, aseguraba ayer Roi Álvarez, gerente del Real Club Náutico de Sanxenxo.
Y en este sentido insistía en que “estamos siguiendo escrupulosamente el proyecto aprobado por Portos”, que varía ligeramente del inicial al haber introducido alguna de las alegaciones presentadas en su día por el Concello, lo que aleja ligeramente las plazas de amarre del arenal de A Panadeira, al cambiar el sentido de las mismas.
La situación generada, de clara división entre el Náutico, el Concello y los ciudadanos de Sanxenxo, genera un profundo malestar en la entidad que preside Pedro Campos, desde la que ayer mencionaban que una posible paralización de la obra supondría un importante prejuicio para la entidad, que asume una inversión que supera los 600.000 euros.

SOS Panadeira
Sin embargo, el impacto visual es tal que ha generado una oposición ciudadana plasmada en la constitución de una plataforma, SOS Panadeira, que quiere saber si es posible que esta actuación, que afecta a las playas de Panadeira y Os Barcos, cuenta con informe favorable de impacto ambiental, y si es así, quién lo firmó.
SOS Panadeira cuenta con un perfil en facebook desde hace ya varios días, y en él cada vez más ciudadanos expresan su rechazo a esta actuación. También responsables del Náutico vierten su opinión al respecto asegurando que los pantalanes se ubicarán donde antes había barcos fondeados.