Entre una espesa niebla y con un intenso frío, el pico del monte Xiabre recibió ayer a un centenar de aficionados a la bicicleta e integrantes de clubs ciclistas de la comarca para armar un belén a 647 metros de altitud. La iniciativa impulsada hace más de un lustro por Esteban Díaz, vilagarciano afincado en Caldas, y un amigo suyo ha ido ganando adeptos año tras año y “se ha convertido en una tradición”. El nacimiento suma ya unas sesenta figuritas aportadas por particulares y artistas como el artesano Alberto Davila, de Mos, que ha sabido dar un toque de distinción al belén del Xiabre con un aerogenerador y una antena como las que se erigen en la cima del monte arousano. Y un detalle más: “hay Tierra Santa en el belén”, resalta su promotor. Entre las piezas que lo integran se encuentran una ramita de olivo y una piedra del Muro de las Lamentaciones donadas por un empresario de la comarca.
Caldas, Vilagarcía, Cambados, Sanxenxo, Catoira, Valga, Pontecesures o Pontevedra fueron algunas de las localidades representadas en este particular festejo navideño. Los hubo incluso recién llegados del extranjero, como Lino, natural de O Grove pero emigrado en Suiza desde hace 22 años. Del país alpino llegó “no voo de onte á noite”, dice refiéndose al sábado. Y ayer no dudó en subirse a la bicicleta para tocar el cielo del Xiabre.
Gorros de Papá Noel y cintas decorativas dieron colorido a la mañana, en la que no faltaron el turrón, los brindis con champán o un chocolate bien calentito para quitarse el frío del cuerpo.