Pocos podrían vaticinar hace no tantos años que, en pleno auge de Internet, las redes sociales, la moda de consumo rápido y el comercio electrónico con acceso desde la palma de la mano, una de las tendencias al alza sería la compraventa de ropa de segunda mano. El fenómeno se extiende también por Arousa y alimenta otras formas de entender el consumo en el vestir. Tampoco viene mal.