Una hora. Una simple hora. Era lo único que el Liceo pedía al Igualada: adelantar el partido una hora para que a los coruñeses les diera tiempo a coger el avión a Santiago. Un no por respuesta y una odisea verde... El Liceo quedó ayer atrapado en El Prat a causa de las copiosas lluvias y hace su camino de vuelta en coche, con ‘escala’ en Burgos. Una auténtica odisea por una simple hora.