La resaca copera en Boiro dejó buen sabor de boca a nivel económico y social. Aunque el club todavía tiene que hacer balance interno de ingresos y gastos, el partido ante el Mallorca servirá para cerrar el largo proceso de amortización de deuda que lleva realizando el presidente Marcos Martínez y sus compañeros de directiva durante los últimos siete años.
Cuando tomaron las riendas del club el Boiro estaba a punto de desaparecer, con más de 400.000 euros de deuda, resultado de una auditoría. A partir de ahí empezó un largo proceso de trabajo, con quitas y fraccionamiento de pagos para ir sacando a flote al club de Barraña. Gracias a la Copa la entidad pagará los últimos 23.000 euros que se adeudan a acreedores y quedará saneado a final de temporada, cuando concluye el mandato de Marcos Martínez.
"Cuando nos metimos en este berenjenal tuvimos que ir amortizando siempre la deuda que arrastramos", explica Martínez. Solo con la Agencia Tributaria, el saldo pendiente era de 85.000 euros. La directiva de Martínez aplicó seriedad y sentido común, algo que mantendrá ahora aunque quede dinero en caja. "Vamos a tirar hasta final de temporada con el equipo que tenemos, a no ser que aparezca un jugador importante". El objetivo es ascender, pero sin cometer errores del pasado. "Independientemente de que nos quede algo en teosería no lo vamos a dilapidar. Hay que ser cautos".
De lo que ocurra a final de temporada va a depender la continuidad de Marcos Martínez, que acaba su mandato. "No sé si voy a seguir. Tengo muchas dudas. Habrá que ver que escenario se plantea a final de temporada. Esto está siendo un trabajo que nos roba muchísimo tiempo". Lo que sí tiene claro el presidente boirista es que "el club tiene que ser viable con esta directiva o con otra".
Si a nivel económico la Copa cierra el largo proceso de saneamiento de la entidad, a nivel social fue un gran impulso para el club. "Mucha gente se volvió a subir al sentimiento de pertenencia al Boiro. Tuvimos altas de nuevos socios y me gustaría que la gente siga asistiendo a Barraña. Ya no podíamos quejarnos de afición y esto puede hacerla crecer". Redondear la temporada histórica de la Copa del Rey con un ascenso a Tercera sería la guinda.