El vigués Dani Fernández ya ejerce como nuevo entrenador del Ribadumia, con el que debuta este domingo en Calabagueiros ante el Barco. "Por lo que me transmitieron, la directiva estaba contenta con el entrenador, pero también entienden que se necesitaba un cambio de dinámica", explica el nuevo técnico, que firmó por los diez partidos que restan. "Ellos me dicen que ven el equipo un poco apagado, por lo que vamos a intentar cambiar eso e intentar ganar el mayor número de partidos posibles".
Fernández conoce bien a la plantilla, ya que estuvo las dos últimas temporadas en el Cultural Areas. "Imtentaremos darle ritmo a los entrenamientos, que hagan un juego alegre e intentar que sean una piña, que es algo que por lo que vi esta semana, lo son. El equipo está bastante unido".
Dani Fernández, de 39 años, empezó entrenando en las canteras del Victoria, Colegio Apóstol y Rápido de Bouzas. Pasó por el Celta y se fue a Arabia Saudí, donde estuvo dos temporadas en el Al-Ahli, el actual club de Gabri Veiga, donde se proclamó campeón nacional con los equipos sub 17 y sub 19. También trabajó en la India, en Primera División como preparador físico en el SC de Goa con el técnico vigués Óscar Bruzon. A su regreso a Galicia, volvió a las categorías inferiores del Celta y al año siguiente fue el preparador físico del Coruxo en Segunda B con Rafa Sáez.
Tras ser entrenador asistente del Atios, en Preferente, se marchó a China durante tres años a las filas del Guangzhou Evergrande, club donde también consiguió el título nacional con el equipo sub 15. "Me coincidió de estar aquí cuando surgió la pandemia, pude volver a entrar a China y estuve diez meses sin mi familia, ya que no se sabía si iban a poder venir o no. Era renovar y quedarme allí sin saber cuando iba a poder ver a mi familia o venirme, y decidí volver". En mayo de 2021 regresó a Galicia, y al mes siguiente ya era el entrenador del Areas.
En las dos últimas temporadas es también el responsable de scout (ojeador) en Galicia del Real Betis, algo que compaginará ahora con su cargo en el Ribadumia y que le permite tener muy controlado el mercado gallego de jugadores sub 23 desde categorías inferiores a Tercera RFEF.