Ocho años más tarde, el ciclismo gallego regresó al podio de una Copa de España élite y Sub 23, y es que desde la segunda posición de Martín Lestido en el Trofeo Guerrita de 2017, ningún gallego había vuelto a subirse al podio de una de las clásicas puntuables. Esta temporada de sequía de podios la rompió Martín Rey, consiguiendo un tercer puesto.
El vilagarciano, que corre para el Cortizo padronés, disputó la carrera Aiztondo Klasika, que propone un circuito de 132,8 km, y que incluyó ocho ascensiones al alto de Aduna (0,8 km al 7,1%), una ascensión a Alkiza (4,5 km al 5,6%) y otras dos a Mendigain (3,1 km al 5,6%). En el tramo final de este recorrido selectivo, los ataques de los corredores llegaron y terminaron jugándose la victoria.
El deportista arosano Sub 23 del Cortizo fue el más rápido de un trío que estuvo a punto de lanzar el guante al argentino Fabrizio Crozzolo (Technosylva), segundo clasificado, y que finalizó a 8 segundos del murciano César Pérez (Finisher), vencedor en solitario.
De este modo, Martín Rey sube del puesto 22 al quinto en la general y se sitúa como el cuarto mejor Sub 23. La próxima prueba puntuable, de las once que componen el calendario, será el Trofeo Guerrita el próximo domingo en las carreteras de la Región de Murcia.