El Sigaltec de Luis Gabín continúa intratable. En su primer partido del año, los vilagarcianos volvieron a dar un golpe sobre la mesa ante un fuerte rival como es el Noia, venciendo en el Sara Gómez por 60-47. Un encuentro condicionado por las bajas del Noia, que llegó con ocho jugadores, además, sufrieron otra lesión en el exterior durante el partido.
A partir de ahí, el Noia comenzó a defender en zona, lo que condicionó el ritmo del partido, después de cinco semanas sin competir. Un partido pesado con marcador lento que costó mucho romper, y es que los visitantes llegaron a lograr una ventaja de siete puntos en la primera parte (11-18), con un Sigaltec aprovechando el acierto en los pases ante los fallos constantes en el tiro exterior.
Además, la lucha por el rebote también fue clave, con los locales bastante flojos durante casi todo el partido. De este modo, el encuentro llegaba al descanso con un 30-31 en el electrónico. El Sigaltec salía al contragolpe a partir de las pérdidas del Noia, que recargaba las pilas para frenar los contragolpes de los locales.
La ventaja parecía ir turnándose entre ambos equipos, con un Sigaltec que buscaba sentenciar cuanto antes el encuentro, recortando rapidamente la desventaja del marcador tras el descanso. Al empezar el tercer cuarto, los locales se pusieron por delante con una canasta, y a partir de ahí ya no perdieron la ventaja contra su rival, a pesar de que las distancias entre ambos eran cortas, y además, resultaba difícil volver al ritmo alto de las últimas semanas de diciembre.
A falta de seis minutos para el final, con a penas tres puntos de ventaja, por fin se abría un parcial para el Sigaltec, entrando un par de triples de Gus Andújar y de Martín Choren seguidos consiguieron ponerse 16 puntos arriba. “Ellos aguantaron fisicamente hasta que pudieron, después llegó nuestro acierto y ya se acabó”, dice Gabín.