El Vilagarcía Tenis de Mesa es uno de los clubes locales que se quedan sin la subvención al fomento del deporte federadado correspondiente a la temporada 2020-2021 que otorga la Fundación de Deportes, que reparte unos 82.000 euros en ayudas directas entre todas las entidades que dinamizan el deporte en la ciudad. Una circunstancia que ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la directiva, cuyo presidente carga contra la Fundación y el Concello.
Finalizado el plazo para presentar la documentación y los diez días hábiles para subsanar o añadir la requerida, la Agrupación Atlética Mazí, el Club de Remo Vilaxoán y el Vilagarcía Tenis de Mesa se quedan fuera del reparto de ayudas del Concello. Además del Motoclub VFM y el Club Olimpic. En el caso de Os Ingleses RC, el Consello Rector de la Fundación decidió repescarlo ya que su error se debe a la firma digital de un certificado de la propia Federación Gallega de Rugby.
El club de atletismo Mazí es el peor parado en cuanto a cuantía que deja de percibir, ya que supera los seis mil euros “dado que non presenta ningunha documentación de subsanación”. Si bien desde el club aseguran que tienen todo en regla y adjuntaron la documentación pertinente por registro en su momento, por lo que esperan que la administración dé marcha atrás a su decisión, que además pone en riesgo el presupuesto y supervivencia de la entidad. El Club de Remo Vilaxoán, que apenas tuvo actividad en el año 2021 por el retraso en las obras de su sede, pierde en principio unos 2.500 euros.
En el caso del tenis de mesa, su presidente Antonio Castro está muy enfadado. “Esto es la gota que colma el vaso”, explica. “Para empezar esta subvención que van a pagar es todavía de la temporada 2020-2021, cuando ya estamos compitiendo en la 2022-2023. Nosotros en ese momento teníamos la cuenta bloqueada por una deuda con la Seguridad Social de unos 400 euros, por lo que no teníamos opción de presentar ese papel. Una vez que logré desbloquearlo llevé la documentación a la Fundación, pero no me lo aceptaron y me dijeron que tenía que ser por sede electrónica. Lo intenté, es verdad que hice una cosa mal y se me bloqueó, por lo que lo entregué unas horas fuera de plazo”, lamenta Castro, cuyo club pierde una cantidad que ronda los tres mil euros por “presentar fora de prazo de subsanación a documentación requerida, exitindo todavía erros na mesma, así como datos diferentes aos presentados no prazo de solicitude”.
En los últimos años han sido varios los clubes de Vilagarcía que trabajan con la cantera los que se han quedado fuera del reparto de ayudas por no cumplir requisitos administrativos. El sistema burocrático vuelve a fallar, ya que la mayor parte de los clubes, los grandes perjudicados, tenían los puntos necesarios que dan acceso a la ayuda.
El hartazgo del presidente del Vilagarcía TM también viene dado por el estado de las instalaciones y la disponibilidad para atender toda la actividad que demandan, algo que está extendido en diferentes modalidades. “Llevamos dos años sin local para entrenar, estamos metidos en un gimnasio con más treinta niños donde solo podemos montar cuatro mesas, además hay humedad por lo que no sirve para hacer tenis de mesa”, denuncia Antonio Castro.
“No nos solucionan nada, ni nos ofrecen una alternativa. Hace tiempo que solicitamos que hablaran con el instituto Castro Alobre para poder disponer de su pabellón, que está vacío todas las tardes, pero seguimos esperando. Somos subcampeones de España infantiles y entrenamos en unas condiciones lamentables. Y ahora además nos dejan sin subvención, que ya de por sí es una limosna porque con más de un millón de presupuesto que tiene la Fundación, la ayuda que llega a los clubes en Vilagarcía es lamentable, puesto que nosotros cada fin de semana vemos las instalaciones y las ayudas que reciben clubes gallegos contra los que jugamos, donde sí apuestan por el deporte”. En este sentido, Castro recuerda que “cuando estuvimos en la máxima división nacional le dije al concejal que la cantidad que nos daban era demasiado pequeña para la la Superdivisión, y que nos estaba generando problemas económico. Su contestación fue que lo mejor era que hiciéramos desaparecer el equipo de Súper. ¿Cómo puede decir eso un concejal de deportes a un club que quiere crecer y cuyo primer equipo es el espejo de la cantera?”, se pregunta indignado.
Antonio Castro también denuncia la dejadez en el día a día de la Fundación a la hora de cumplir horarios. “Abren tarde los pabellones, nos echan antes de la hora y aún por encima con malas formas”. Y dice que el malestar con la Fundación de Deportes es “generalizado entre todos los clubes de Vilagarcía”, denunciando “una incompetencia manifiesta” y bastante dejadez.