El Banco Central Europeo (BCE) bajó este jueves los tipos de interés por primera vez desde marzo de 2016 en 0,25 puntos hasta situarlos en el 4,25%, pero no se comprometió a una senda concreta y seguirá siendo restrictivo tras retrasar a 2026 la estabilidad de precios. El Consejo de Gobierno del organismo, que se reunió ayer en Fráncfort, también decidió recortar en un cuarto de punto la facilidad de crédito –la que presta a los bancos a un día–, hasta el 4,5%, y la facilidad de depósito –que remunera las reservas a un día–, hasta el 3,75%.
Pese a bajar los tipos de interés, la presidenta de la institución, Christine Lagarde, evitó comprometerse a una senda de tipos concreta e insistió en que las decisiones para determinar el nivel y la duración de la restricción dependerán de los datos y se tomarán reunión a reunión. “Seguimos siendo restrictivos tras la bajada de los tipos de interés. Lo que hacemos es eliminar o moderar algo esa restricción. No sé cuánto durará el periodo restrictivo ni a qué velocidad se producirá su retirada”, afirmó la presidenta del BCE.
Christine Lagarde destacó que necesitarán tener suficientes datos para hacer los análisis pertinentes y que estos los recibirán en los próximos meses, aunque sin mencionar ninguna fecha concreta. Además, aseguró que las proyecciones elaboradas por el personal del BCE son muy informativas y, aunque esto no significa que solo tomen decisiones de tipos en las reuniones que coinciden con las nuevas perspectivas, “obviamente” tienen más datos entonces.
En cualquier caso, recordó que, al igual que en anteriores ocasiones, sus siguientes decisiones se basarán en evaluar las perspectivas de inflación, la dinámica de la subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria a la economía.
“Estamos dispuestos a ajustar todos nuestros instrumentos en el marco de nuestro mandato para garantizar que la inflación vuelva a nuestro objetivo a medio plazo y preservar el buen funcionamiento de la transmisión de la política monetaria”, dijo.
El BCE realizó el primer recorte de tipos desde marzo de 2016, hace ahora ocho años, aunque entonces redujo el precio del dinero desde el 0,05 % al 0%. Posteriormente, bajó la tasa de depósito en 0,10 puntos, hasta el -0,5%, en septiembre de 2019.
Se trata del primer descenso desde que comenzó su ciclo de endurecimiento de la política monetaria por la escalada de la inflación, con diez subidas consecutivas entre julio de 2022 y septiembre de 2023. Un recorte que llega en un momento de repunte de la inflación en la eurozona, después de que esta aumentara en dos décimas en mayo con respecto a abril, hasta el 2,6%, mientras que la subyacente subió en la misma medida, al 2,9%.