Imagine que su hijo está a punto de comprar su primera vivienda tras varios años de alquiler. Ha trabajado duro, ha ahorrado con dedicación y finalmente ha decidido embarcarse en esta emocionante etapa de su vida.
Sin embargo, cuándo empieza a hacer las primeras gestiones con su banco para contratar una hipoteca, se da cuenta de que, a pesar de las explicaciones detalladas que le ofrece su gestor personal, hay términos y conceptos financieros que no acaba de entender bien. ¿Qué es realmente el tipo de interés que determina el precio de su hipoteca? ¿Por qué fluctúa? ¿Qué nivel de endeudamiento debe asumir? ¿Qué ocurre si sus condiciones financieras cambian?
Este escenario, familiar para muchos, pone de manifiesto la importancia que tiene la educación financiera en nuestras vidas cotidianas. Sin embargo, la realidad es que, tal y como revela la última encuesta realizada por Funcas sobre cultura financiera, más de un tercio (36%) de la población española de entre 18 y 64 años admite no saber lo necesario para tomar decisiones financieras adecuadas. Además, el 95% está “totalmente o bastante de acuerdo” con la afirmación de que todos deberíamos aprender a ahorrar desde pequeños.
Aunque somos conscientes de la importancia de fortalecer nuestros conocimientos financieros, España se encuentra rezagada en comparación con otros países europeos en este terreno. ¿Por qué ocurre esto y cuáles son las consecuencias de esta brecha?
“La educación financiera no es solo un conjunto de conceptos teóricos, es una herramienta esencial que nos permite tomar decisiones de manera informada para desenvolvernos en las distintas circunstancias financieras de la vida con más conocimiento, seguridad y resiliencia” explica Alberto Aza, portavoz de CECA (asociación integrada por CaixaBank, Kutxabank y Cajasur Banco, ABANCA, Unicaja, Ibercaja Banco, Caixa Ontinyent, Colonya Pollença y Cecabank).
Esto es especialmente importante porque a lo largo de la vida son muchas las decisiones financieras que tenemos que tomar. ¿Cómo gestionamos nuestros presupuestos familiares?, ¿cómo, cuánto y cuándo ahorramos?, ¿dónde invertimos y cómo diversificamos el riesgo? ¿qué nivel de endeudamiento podemos asumir? o ¿cómo queremos vivir durante la jubilación?
Según estudios recientes, las personas que tienen un mayor nivel de educación financiera tienden a gestionar mejor sus finanzas, evitando el endeudamiento excesivo, diversificando sus inversiones y mejorando la planificación para el futuro. Sin embargo, esto no acostumbra a ser lo habitual en un país con baja alfabetización financiera como el nuestro. Existen distintos factores que explican este retraso.
En primer lugar, el sistema educativo no ha priorizado adecuadamente la inclusión de la educación financiera en los programas académicos. Literalmente, la educación financiera sigue siendo hoy una asignatura pendiente en nuestros colegios y universidades.
En segundo lugar, tal y como revelan los estudios realizados en los últimos años, el nivel de alfabetización financiera está estrechamente condicionado por factores educativos, sociales y demográficos. Así, por ejemplo, los colectivos con menores ingresos o los niveles educativos más bajos son los que, por norma general, tienen menores conocimientos financieros. También ocurre con las mujeres, los jóvenes o las personas mayores.
Asimismo, de acuerdo con el estudio realizado por BME, las familias monoparentales, generalmente mujeres y las familias más endeudadas, son grupos sociodemográficos especialmente afectados por la falta de conocimientos y competencias financieras y por tanto más vulnerables a la hora de gestionar su situación económica.
Para mejorar la educación financiera de los españoles, hay que actuar en distintos frentes.
“Es importante fomentar los conocimientos financieros de las personas desde una edad temprana”, añade el portavoz de CECA, Alberto Aza. En este caso tanto la familia como el colegio pueden jugar un rol importante para trasladar a los más pequeños el valor del dinero. Enseñar cómo se gana y cómo se gasta de manera responsable, inculcando conceptos básicos como el ahorro, la diferencia entre lo que quiero y lo que puedo o la administración de un pequeño presupuesto no solo les ayudará a manejar mejor su dinero en el futuro, sino que también les proporcionará una base sólida para comprender conceptos financieros más complejos a medida que crezcan.
Por otro lado, tal y como recomienda la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), es necesario fomentar la colaboración activa entre el sector educativo, las instituciones financieras y el Gobierno para desarrollar e implementar programas efectivos de educación financiera. Según se ha evidenciado en el contexto español, las políticas educativas que incorporan contenidos financieros en los planes de estudio de la educación obligatoria parecen ser herramientas efectivas para lograr su propósito, es decir, mejorar las habilidades financieras de las generaciones más jóvenes.
Por último, también es importante que, desde todos los actores involucrados en la educación financiera, se lleven a cabo campañas y acciones de concienciación para que la población comprenda la importancia de la educación financiera como palanca para una vida más tranquila y estable.
Llegados a este punto, nunca es tarde para mejorar nuestra cultura financiera por nuestra propia cuenta. La Asociación Europea de Asesores y Planificadores Financieros (EFPA España) publicó una guía de buenas prácticas para incentivar la educación financiera.
Del mismo modo, las respuestas a las dudas más frecuentes, así como las recomendaciones para mejorar nuestras finanzas personales pueden encontrarse en el sitio web Finanzas para Todos, iniciativa de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el Banco de España y el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa que tiene como objetivo incrementar la cultura financiera de los ciudadanos. El objetivo es dotarles de los conocimientos básicos y las herramientas necesarias para que manejen sus finanzas de forma responsable e informada. En este último sitio web se encuentran guías, webinars, vídeos, podcast y concursos para incentivar estos conocimientos.
Por último, el sector bancario también pone a disposición de los ciudadanos la plataforma “Aula Financiera y Digital” en la que se pueden consultar todos los cursos de educación financiera y digital que ofrecen las distintas entidades de crédito de nuestro país.