En Vilagarcía la jornada de reflexión fue la de ayer, cuando todos los partidos –después de la efervescencia de la noche electoral– valoraron detenidamente los resultados y analizaron el panorama político que se presenta los próximos cuatro años. Los primeros en hacerlo fueron los socialistas que, parece bastante claro, continuarán al frente del Concello otro mandato más. Eso sí, las dudas están en si lo hará en solitario (como ya hicieron tras los comicios de 2015) o si por el contrario revalidarán el gobierno bipartito PSOE-BNG. Los socialistas volvían a hacer un valoración muy similar a la de la noche electoral. Apuntan a que “vivimos unha ola que tivo as súas consecuencias en toda España e, tamén, en Vilagarcía”. Inciden en que “non é o resultado agardado, e por iso temos que reflexionar e facer autocrítica sobre o sucedido para seguir mellorando e traballando para os vilagarciáns”.
Lo que tienen claro es que, siendo la fuerza más votada de la izquierda, serán los que tienen que dar el paso para intentar apoyos para lograr gobierno. Parece natural que el BNG será uno de los primeros en recibir la llamada. Eso sí, los nacionalistas de Xabier Rodríguez aseguran que consultarán a sus bases y a sus órganos para tomar una decisión al respecto. Lo que sí han dejado claro es que no van a favorecer un gobierno de derechas. Ante esto no se rinde la conservadora Ana Granja, que volvía a mostrar su satisfacción por los resultados conseguidos en la capital arousana. “Mucho más de lo esperado, pero demuestran que no nos equivocábamos y que la gente percibía lo mismo que nosotros, que teníamos que acercar el Concello a la gente. Algo que ellos (en referencia al Partido Socialista) no hicieron”, manifiesta.
Conscientes de que el gobierno está muy complicado aseguran que “vamos a intentar hablar tanto con el BNG como con Esquerda Unida para poder llegar a un entendimiento, porque creemos que cosas de nuestro programa son muy similares”. Un diálogo que, a juzgar por el posicionamiento de estos partidos de izquierdas, caerá en saco roto.
Desde EU, Juan Fajardo, reconocía la frustración de su formación porque “queriamos ter un mellor resultado que nos permitise ser decisivos nun goberno para cambiar as cousas” y advirtió que “esperamos que o resto de organizacións que teñan esa responsabilidade (en clara referencia al BNG) por número entendan que a cidadanía mandou esa mensaxe de cambio nas políticas de Vilagarcía”
El panorama se muestra, así pues, abierto de cara a la sesión de investidura fijada para el sábado 17 de junio en todas las alcaldías al mismo tiempo.