El arquitecto y docente del Centro de Estudios Superiores Universitarios de Galicia (Cesuga) Faustino Patiño, del estudio coruñés Prieto Patiño Arquitectura, está de enhorabuena: la firma acaba de ganar un premio en la edición 2024 de los Premios ‘Gran de Area’ de aportación a la arquitectura que concede el Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG). Unos galardones, los de COAG, que reconocen cada año el esfuerzo y la calidad de las obras o aportaciones de arquitectos, promotores, constructores y demás colaboradores en proyectos que se reconozcan como excepcionales.
La obra por la que han sido condecorados es la construcción de una vivienda unifamiliar en Valadares, en Vigo, de la que el jurado valoró muy positivamente sus volúmenes y su innovación, al estar edificada con paneles estructurales prefabricados de madera contralaminada (CLT) y madera-cemento, explicando que “las modulaciones estructurales no solo configuran la vivienda, sino que enriquecen los espacios interiores con coherencia y sensibilidad”.
Patiño, que se declara muy contento con el premio, explica que, más allá del aspecto curioso del proyecto, aprendieron mucho sobre los múltiples usos que se le pueden dar a la madera en esta clase de construcciones. Así, asegura que tras haber experimentado y analizado las partes tanto positivas como negativas del material, ahora saben cómo funciona y podrán aplicar esa experiencia en futuras obras.
“Galicia está dando un gran impulso al uso de la madera, con un fuerte desembolso tanto de la administración pública como del sector privado para potenciar este tipo de estructuras”, dice. “A nosotros nos pareció un buen material, teniendo en cuenta su sostenibilidad y que supone la utilización de recursos propios de Galicia, y se planteó su uso para esta vivienda. Se ejecutó por medio de ocho paneles toda la construcción, y es una estructura prefabricada, por lo que ya viene todo cortado para un simple montaje en obra de una semana de todo el sistema estructural”, explica.
Un montaje, insiste, sin quebraderos de cabeza, dado lo útil que resulta en este sentido la maleabilidad del material: “Al final, no deja de ser un montaje en cadena, una suerte de piezas Lego enormes que vas colocando”. En este caso, el cliente tenía una parcela con unas características muy concretas, en forma rectangular, y el hecho de contar con un material que permite un montaje tan rápido facilitó las obras.
Asimismo, destaca la valentía del cliente, que se atrevió a ser una especie de ‘conejillo de indias’ con la utilización de este material, siempre con una mentalidad muy abierta. Eso les permitió experimentar y ponerse creativos: “La madera nos ofreció la posibilidad de hacer una viga de nueve metros de madera, generando con ella una calidad espacial interior brutal, con una zona interior común muy amplia, sin elementos distorsionantes por el medio”.
Además, la madera tiene otra serie de ventajas. “En cuanto a la sostenibilidad o en materia energética, por ejemplo, tiene unas muy buenas cualidades, que de cara al consumo luego de la vivienda serán muy beneficiosas”, dice. Si bien es un material que por la innovación “aún tiene un coste bastante elevado de cara a la construcción tradicional”, comenta que “se está viendo potenciado con ayudas públicas”.
Según explica, son las diferentes administraciones quienes están echando el resto, ya que los trabajos con madera ya son habituales en diversos edificios públicos de Vigo o A Coruña, en obras como ampliaciones o aislamientos. No obstante, destaca que también en lugares como el País Vasco se están llevando a cabo. Un recordatorio, quizá, de que el futuro de la arquitectura y el urbanismo, de manos de la innovación, será verde o no será.