Un total de 344 días fue el tiempo que transcurrió desde la asunción como primer ministro de Portugal de Luís Montenegro hasta el rechazo por parte del Parlamento de una moción de confianza que ha hecho caer este martes a su Ejecutivo.
A este político de centroderecha, experto en medir los tiempos, le ha salido mal la jugada, ya que confiaba en llegar a un acuerdo, aunque fuera de última hora, con el principal grupo de la oposición, el Partido Socialista (PS), para evitar el voto de confianza.
El punto insalvable de discrepancia ha sido la duración de los trabajos de una comisión parlamentaria de investigación a Montenegro, propuesta por el PS, que los socialistas querían que durara más tiempo que el sugerido por el Gobierno.
La actual crisis política se desencadenó a mediados de febrero cuando medios de comunicación dieron a conocer la existencia de Spinumviva, una empresa en manos de la mujer e hijos del primer ministro, fundada en enero de 2021 cuando Montenegro, que es abogado de profesión, estaba fuera de la política activa.
La firma fue creada con un capital social de 6.000 euros: Montenegro era el socio mayoritario con una participación de 3.750 euros, mientras que la mujer y cada uno de los dos hijos del matrimonio se quedaron con participaciones de 750 euros.
Antes de asumir el cargo de presidente del conservador Partido Social Demócrata (PSD), en junio de 2022, Montenegro renunció a la gerencia de Spinumviva y en agosto de ese año vendió la mayor parte de su participación a su mujer y una pequeña a sus hijos.
Sin embargo, según el medio Publico, Montenegro está casado en régimen de bienes gananciales, con lo que esa transacción con su mujer es nula.
Así las cosas, la esposa del primer ministro, Carla Montenegro, donó la semana pasada la cuota mayoritaria de la empresa a sus hijos, que pasaron a tener el control total. El diario Expresso aseguró que el documento de donación está firmado también por el primer ministro, que aparece como ‘otorgador’ con su mujer.
En paralelo, informaciones publicadas en las últimas semanas revelaron que Spinumviva ha estado recibiendo pagos de empresas donde el primer ministro trabajó en el pasado, como Solverde, un grupo que gestiona hoteles y casinos, entre ellos el casino de Espinho, de donde es el político.
Como consecuencia, en un espacio de quince días, el Gobierno de Montenegro se ha enfrentado a dos mociones de censura, una presentada por el derechista Chega y otra por el Partido Comunista Portugués (PCP), que fueron rechazadas en el Parlamento.
La cara del primer ministro ha pasado de la relajación e incluso alguna sonrisa en el debate de la primera moción al rostro de preocupación y ojeras en la segunda y a su desquiciamiento en la última parte de la sesión de hoy.
Queda por ver ahora si el presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, convoca a elecciones anticipadas, a las que Montenegro tiene intención de presentarse.
El ya primer ministro en funciones lleva en el poder desde el pasado 2 de abril, cuando juró al cargo tras haber ganado por la mínima al PS los comicios del 10 de marzo como candidato de la coalición conservadora Alianza Democrática (AD).
Durante estos meses que ha estado en el Ejecutivo y pese a gobernar en minoría, Montenegro ha logrado sacar adelante los presupuestos generales del Estado, algo que muchos dudaban, con recortes de impuestos a las empresas y los jóvenes, y ha desmantelado las medidas aprobadas por el PS para limitar los alojamientos turísticos.
Desde la campaña electoral, el político conservador dejó claro que no iba a pactar con la ultraderecha y ha cumplido su promesa en estos meses de gobierno.
En el pasado, Montenegro explicó -en una entrevista a la cadena TVI- que se considera una persona reflexiva a la que le gusta ponderar bien y nunca precipitarse, lo que ha sido su filosofía a lo largo de su carrera de más de 25 años en el PSD, una de la fuerzas que integran AD, junto al democristiano CDS-PP.
Montenegro, cuyo nombre completo es Luís Filipe Montenegro Cardoso de Morais Esteves, nació en 1973 en Oporto y se forjó en política local en el pueblo donde se crió, Espinho, una localidad de 10.000 habitantes al sur de la segunda ciudad del país.
A nivel nacional, fue diputado durante 16 años en el Parlamento e incluso presidente de la bancada de su partido entre 2011 y 2017. En mayo de 2022, venció en las primarias a la presidencia del PSD con el 72,48 % de los votos ante el exministro Jorge Moreira da Silva.