Las madres y padres del centenar de niños que integran el Clube de Remo Náutico de Riveira expresaron su gran preocupación tras conocer la decisión acordada por la Cofradía de Pescadores de Aguiño de que se proceda a desalojar a dicha entidad de las instalaciones que les cedió hace cuatro años en la antigua fábrica de hielo ubicada en la fachada del puerto aguiñense. Según apuntaron estos progenitores, el argumento que les dan es el "estado ruinoso" del inmueble y que en caso de que se produzca algún accidente sería el propio pósito, como entidad concesionaria del mismo, la que tendría que responsabilizarse de lo que suceda. Pese a ello, los padres apuntaron que ya se encontraba en estado de ruina cuando se les cedió esa nave para utilizarla como sede de la entidad deportiva, y que en todo este tipo ha sido el propio club el que realizó mejoras, como en el suelo y en las vigas, para tratar de mejorar la situación.
Los padres de esos chiquillos del Clube de Remo Náutico de Riveira tuvieron conocimiento de que la asamblea de la cofradía aguiñense esta semana acordó por mayoría concederle a dicha entidad deportiva un plazo de 15 días para buscar una solución, pues de lo contrario deberán desalojar esas dependencias, incluyendo la retirada de las máquinas que tienen allí. Los progenitores indicaron que tienen previsto acudir en persona al consistorio de Ribeira para entrevistarse con el alcalde, Manuel Ruiz, para solicitarle su ayuda y tratar de encontrar una solución adecuada hasta que se construya en una parcela de la zona portuaria el centro de deportes náuticos y que será la sede de dicho club de remo, que se prevé que pudiera estar lista para verano de 2024. Pero, mientras no llega esa solución definitiva, el club tiene que buscar una alternativa para trasladarse durante el tiempo de espera.
Este periódico ha podido saber que una de las alternativas que se ha planteado es su traslado a la antigua lonja ribeirense, donde el referido club guarda remolques, pero parece que existen bastantes problemas para que ello se pueda hacer efectivo. Además de que pueda haber el rechazo por parte de empresas del sector del mar, los padres consideran que no parece un sitio adecuado para niños, pues es una zona de mucho tráfico tanto por mar, con numerosos barcos que atracan en el puerto, como por tierra, no sólo ya con los vehículos y máquinas que se desplazan por la zona portuaria, sino también coches y camiones.