La ANPA “Monte Tahume” del colegio de Olveira desconfiaba que ayer se iniciasen los trabajos de arreglo de la fachada principal del centro escolar del que desde finales de junio de 2024 se desprenden cascotes, una cuestión que calificó “grave neglixencia”. Y así lo manifestaron varios directivos tras conocer que la concejala de Educación de Ribeira, Cruz Rivadulla, indicó que tenía el compromiso de un contratista para iniciar esas obras en esa jornada, pues sostenían que se lo anunciaron tantas veces que ya no se lo creen. Sus presagios se cumplieron y ayer no apareció nadie, por lo que la grave inseguridad persiste, mientras la actividad académica continúa.
Tras tener conocimiento por este periódico de que el referido compromiso no se cumplió, esa edila ribeirense declaró que “estamos tendo problemas coas empresas ás que lles encargamos traballos, pois levan uns retrasos tremendos”. En este sentido, hizo referencia a que el Ayuntamiento se comprometió a renovar los aseos, algo que el Gobierno local pretendía que se acometiera en verano, pero no contaba con partida económica para ello al no haber presupuesto. “Pero, cando aprobamos ese documento, creímos que esa obra se podería acometer no pasado Nadal, pero non o fixo á empresa contratada ao darlle vacacións ao seu persoal”.
La concejala de Educación manifestó que comprende el enfado y preocupación de los padres por la peligrosa situación en la que se encuentra el colegio, pues advierte que tiene más de 40 años de antigüedad “e nunca se lle fixo pola Xunta de Galicia nada nas súas instalacións, e que o que necesita é unha reforma ou rehabilitación integral, empezando polo necesario cambio da envolvente térmica”, dijo Rivadulla. Los padres recordaron ayer que durante el pasado verano el Ejecutivo autonómico amplió la superficie del gimnasio y lo acondicionó, pero que el centro sigue con ventanas que no abren, no hay puerta de emergencia, ni ascensor y llueve dentro, entre otras deficiencias. Y de los aseos que pretende renovar el Ayuntamiento precisan quie presentan humedades, filtraciones de agua, azulejos desprendidos, váteres inutilizados o fuera de servicio y óxido, entre otras deficiencias.
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Rivadulla añadió que siempre atendió a la ANPA y Dirección del colegio de Olveira en sus demandas y que estuvieron acometiendo las actuaciones que le fueron pidiendo, como la instalación de tarima flotante, y que a ese centro educativo es a uno de los que más dinero destinaron. Por ello, manifestó que no comprende lo que llevó a los progenitores a presentar una denuncia en la comisaría de Policía Nacional contra el Ayuntamiento de Ribeira y la Xunta de Galicia. Por su parte, los padres se ratifican en los pasos dados pues afirman que están mirtando por la seguridad de sus hijos y pretenden que la Administración pública que sea responsable de lo que ocurre pague las consecuencias de lo que pueda suceder.