El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Ribeira dictó ayer un auto de puesta en libertad para un individuo de 45 años, cuya identidad responde a las iniciales A.J.S., alias “El Ratilla”. Está investigado por un delito de robo con violencia e intimidación que fue perpetrado en grado de tentativa a dos personas a las doce menos veinte de la noche del miércoles en el entorno de la playa de Castiñeiras. Su comparecencia ante el juez se prolongó durante poco tiempo, principalmente porque no se le entendía al hablar. Según pudo saber este periódico de fuentes policiales, el sospechoso asaltó a dos chicos para robarles, pero consiguieron evitarlo, resistiéndose a que lograse su objetivo y pudieron huir.
Una actuación conjunta de las Policías Local y Nacional de Ribeira permitió el arresto en torno a las dos y media de la madrugada de ayer de esa persona que es un viejo conocido de las fuerzas y cuerpos de seguridad, que lo estaban buscando por el referido motivo y también porque cuando la Policía Local acudió a su domicilio para controlar la orden de localización permanente que pesa sobre él no se encontraba en el mismo, además de que hay otras investigaciones abiertas contra él como sospechoso de la supuesta comisión de varios delitos, principalmente contra el patrimonio, pero por los que todavía no fue puesto a disposición judicial.
Fue un aviso de un particular en torno a las dos y media de la madrugada el que puso en alerta los agentes municipales y de la comisaría sobre la presencia de un hombre tirado en una cuneta del lugar de A Cerca, en la parroquia ribeirense de Aguiño. Esos efectivos acudieron a ese sitio y allí mismo, tras comprobar que se trataba de “El Ratilla”, lo arrestaron y trasladaron a los calabozos de la comisaría, y en las dependencias policiales se instruyeron las diligencias por los hechos que se le atribuyen. Además, en el registro que se le practicó se le encontró una cartera que no le pertenecía y que ya le fue devuelta a su legítimo propietario. Al parecer, la cogió del interior de un coche en el que no causó daño alguno para perpetrar el delito, por lo que se le atribuye un hurto, aunque la calificación definitiva dependerá del avance de la instrucción.