El IES Félix Muriel de Rianxo acoge a partir de pasado mañana y hasta el día 29 de este mes una exposición itinerante “Punto e seguido”, con la que desde hace un lustro la Federación Galega de Dano Cerebral (Fegadace) y sus asociaciones tratan de sensibilizar a la población sobre el daño cerebral adquirido. Principalmente, se presenta cómo es la vida desde el momento en que una persona sufre esa discapacidad, que se presenta en diferentes grados o intensidades por múltiples secuelas debidas a una lesión causada, en la mayoría de casos, por un ictus (78%) o traumatismo craneoencefálico provocado por un accidente de tráfico, y que en Galicia afecta a unas 35.000 personas.

La elección del instituto rianxeiro para la exhibición de esta muestra tiene que ver con el hecho que cuenta con formación profesional de grado medio en el ámbito sociosanitario, por lo que se trata de una “alianza de enorme interese para a formación de estudantes que potencialmente tratarán, durante o seu desenvolvemento profesional, con persoas con dano cerebral adquirido”.  Esta exposición ofrece, a través de una colección de fotografías -se podrá visitar de lunes a viernes de 9.00 a 15.00 horas y los lunes también por la tarde, de 16.00 a 19.00 horas- el día a día de las personas con daño cerebral adquirido. Las imágenes son obra del fotógrafo compostelano Aigi Boga, que las tomó en las cinco asociaciones que integran Fegadace y están protagonizadas por los usuarios de Adaceco (A Coruña), Adece Lugo, Alento (Vigo), DCA Ourense y Sarela (Santiago), que muestran su vida cotidiana, las actividades que realizan o su convivencia, es decir, su vida después del “punto e seguido” tras un ictus, un traumatismo craneoencefálico o cualquier otra de las causas del daño cerebral adquirido.

Para acompañar la exposición, Fegadace elaboró siete vídeos cortos en los que se cuenta con diferentes testimonios de personas con daño cerebral, familiares y profesionales de las referidas entidades. Son una principal y seis más pequeñas, en las que se crea un retrato de la complejidad de secuelas que componen el daño cerebral: físicas, sensoriales, económicas, cognitivas, sociales y orgánicas, entre otras.