La boirense Alejandra Di Nuovo Gómez, de 31 años, que lleva un par de años luchando para que le concedan una discapacidad que no acaba de conseguir o, al menos, en el grado que considera que le corresponde, ingresó este lunes en la unidad de críticos del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela. Esta joven, que padece una retinopatía diabética proliferante bilateral, que le ocasiona una pérdida progresiva de visión, y también un síndrome nefrótico en ambos riñones, así como E. coli y diabetes tipo 1 muy complicada, empezó a encontrarse mal en torno a las tres de la tarde debido a una recaída en su nefrosis, que le provocó se el estómago no pudiera digerir la comida, lo que le ocasionó un sangrado y que le subieran los niveles de azúcar.
Su familia solicitó una ambulancia para que acudiera a recogerla a su domicilio en Boiro para su posterior traslado al Hospital do Barbanza y, señaló que debido a que no había ninguna disponible en la zona fue necesario que se desplazase un vehículo asistencial desde la capital de Galicia y que la llevó al complejo hospitalario ubicado en el lugar de Salmón, en la parroquia ribeirense de Oleiros. Allí permaneció hasta aproximadamente las once de la noche, cuando fue derivada al Clínico, en donde estuvo ingresada en una unidad de críticos y luego pasó a la UCI, a la espera de que a las tres de la tarde de ayer pudo ser llevada al Hospital Provincial de Conxo, en donde trabajan los médicos que la están tratando, y se encuentra ingresada en la segunda planta. La madre, Merchi, manifestó que hasta la mañana del martes le dejaron verla un par de veces entre cinco y diez minutos, y que ayer por la mañana la relevó su hijo, José Antonio, para darle un descanso y regresó a última hora de la tarde de ayer para pernoctar con ella, y estar a la espera de su evolución.
En relación con su solicitud a la Xunta de Galicia para que se le reconozca la discapacidad, que le produce falta de equilibrio, que no mida bien las distancias y no pueda abusar de cualquier tipo de pantallas y que tenga hipersensibilidad a la luz solar, entre otros efectos, la Consellería de Política Social indicó que la valoración de la discapacidad se hace a través de un baremo aprobado a nivel estatal. Desde el departamento autonómico que dirige en funciones la ribeirense Fabiola García, agregaron que en el caso de que se produzca un agravamiento, se puede solicitar una revisión en dos años desde la última revisión, que en el caso de Alejandra Di Nuovo se cumplen en junio. Igualmente, señaló que el Real Decreto 888/2022, por el que se establece el procedimiento para el reconocimiento, declaración y cualificación del grado de discapacidad, establece que se puede solicitar una revisión si se acredita que se produjeron cambios sustanciales en las circunstancias, "polo que se se produciu un agravamento pódese solicitar unha revisión anticipada cos informes médicos que o acrediten e os técnicos pasarán o baremo aprobado polo Estado".
Inicio de los trámites
Alejandra Di Nuovo declaró a este periódico que la primera vez que solicitó que le reconocieran su discapacidad le realizaron la valoración por teléfono con dos preguntas: “qué es lo que te ocurre” y “¿para qué quieres la discapacidad?”, a lo que ella respondió que tiene pérdida de visión en ambos ojos, que en el izquierdo su agudeza visual es poca, pues tiene visión muy borrosa, y el campo visual del derecho es muy reducido.Sin embargo,un fallo en la Administración al poner mal la dirección de su domicilio hizo que no le llegase el informe. Transcurridos ocho meses sin saber lo que pasaba, decidió buscar el teléfono de la Xunta de Galicia para tener conocimiento del paradero de la misma, y fue entonces cuando un mes más tarde “me llegó la ansiada y esperada carta, pero con la documentación incompleta, en la que me indican que sólo me dan el 13% de discapacidad con carácter definitivo, a pesar de todas las patologías que tengo”.
A raíz de ello, Alejandra Di Nuovo se presentó en el Juzgado de Paz para solicitar personalmente un abogado de oficio, pero indica que se lo denegaron por documentación incompleta. Una vez que obtuvo los papeles que le faltaban, volvió a pedir la asistencia de un letrado de oficio, pero en el Juzgado de Paz le comunicaron que la respuesta a su petición puede tardar entre 12 y 18 meses en producirse, y que era muy probable que no le concedieran el abogado de oficio.
Ante esa situación, esta joven boirense señala que decidió regresar a los Servicios Sociales para solicitar nuevamente la discapacidad “por agravamiento” y que el tribunal médico le responde que rechaza su petición debido a que no se cumple el plazo mínimo de dos años para hacerlo, del que habla la Consellería de Política Social. “Mi situación actual es desesperante, frustrante e, incluso, indignante", manifestó Di Nuovo, recordando sus declaraciones ante este priódico. Insiste en que ya no sabe adonde recurrir, ni lo que puede hacer para que le reconozcan su discapacidad, además de que carece de ingresos económicos que le puedan permitir costearse un médico primado o un abogado.