El habitual dispositivo que establece habitualmente la Policía Local de Ribeira con motivo del Día de Todos los Santos con la finalidad de regular y controlar los accesos a los cementerios se saldó, en un margen de tiempo ligeramente superior a las dos horas en la mañana de ayer, con la denuncia a medio centenar de conductores que no respetaron la señalización establecida para darle mayor fluidez a la circulación rodada o para impedir el paso de vehículos en los momentos que había una mayor saturación de tráfico.
Según informaron fuentes municipales, las infracciones cometidas por los automovilistas fueron, principalmente, por no respetar las señales de entrada prohibida o de dirección obligatoria. Más de una treintena fueron denunciados en las inmediaciones del cementerio municipal de Ribeira, mientras que otros 13 lo fueron en el de Palmeira, y otros dos en el de Frións, en la parroquia de Carreira. Y, aunque en menor medida, se registraron otras infracciones como estacionar coches encima de las aceras, impidiendo el paso a lo peatones, que tuvieron que descender a la calzada para seguir andando.