Ribeira albergó ayer la celebración de una nueva reunión de su junta local de seguridad, presidida por el alcalde, Luis Pérez, y la subdelegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, en la que se ofreció una fotografía de la situación delincuencial de la capital barbanzana a través de una comparativa de las cifras de incidencias de 2022 y 2023. Desde la Policía Nacional se indicó que aumentaron las infracciones en general, al pasar de 1.229 a 1.268 de un año a otro, con incrementos en los delitos menos graves, lesiones, robos con fuerza -destacaron los registrados en las máquinas expendedoras y de lavanderías-, robos con violencia y hurtos, con una subida en estos últimos de 28 a 43. Se hizo una especial referencia al mayor número de sustracciones en vehículos y de estafas con tarjetas de crédito. Por el contrario, en 2023 se experimentó una bajada en los casos de violencia de género, según los datos proporcionados por el sistema de protección de víctimas Viogén, para el que el Ayuntamiento ribeirense está realizando los trámites para su integración.

El jefe de la comisaría indicó que aumentó la cifra de detenidos, al pasar de 204 a 238, lo que se debió, sobre todo, a delincuentes reincidentes, y agregó que la eficacia policial en la resolución de casos se situó en el 43%. Frente a la sensación de inseguridad de los vecinos trasladada a los representantes políticos municipales en varias ocasiones, sobre todo en una reunión a comienzos de octubre pasado tras la aparición de unos 40 coches rayados en el entorno de la Rúa Cordieiro, el comisario insistió en que Ribeira no es una ciudad insegura si se la compara con otras ciudades gallegas, pues ocupa el antepenúltimo puesto del ránking en ese aspecto, y consideró que el miedo o la sensación de inseguridad son “subjetivas”. Añadió que se reciben muchas llamadas relacionadas con toxicómanos -Rivas incidió en que la principal problemática tiene su origen en el cinsumo de sustancias estupefacientes-, y que la Policía se ve muy limitada para actuar ante ellos en la calle o en conflictos en edificios, pero agregó que el número de efectivos es suficiente. Desde el Concello se dijo que hay más “incidencias ocultas” debido al miedo a denunciar y a que se sienten intimidados , por lo que no aparecen en estadísticas oficiales.

Rivas López y Pérez  Barral destacaron la importancia que tiene la coordinación entre las distintas fuerzzas y cuerpos de seguridad para avanzar en la seguridad en el municipio y acordaron continuar con la interacción y coordinación que mantienen las Policías Local y Nacional, que celebran una reunión semanal con esa finalidad, para dar una mejor respuesta a los vecinos de la cpital barbanzana. En este sentido, cabe recordar que numerosos vecinos han expresado su malestar por el hecho de que avisan a esas fuerzas de seguridad sobre incidencias y no acuden o lo hacen muy tarde, o buien les indican que no pueden acudir ya que están atendiendo un servicio en otra zona del municipio. 

Por parte de sus responsables de la Policía Nacional no se consideró necesario aumentar la plantilla de la comisaría, pese a las demandas por parte de los vecinos. Por el contrario, desde el Ayuntamiento ribeirense se anunció que se producirá un incremento de los efectivos de la Policía Local, por lo que se sacarán a concurso varias plazas para completar su plantilla de agentes municipales. En esa junta local de seguridad se anunció que se analizará el refuerzo de las patrullas a pie por las zonas comerciales de la ciudad durante campañas como fue la de Navidad. También se habló del desarrollo de actuaciones transversales para evitar los consumos de drogas dentro de un plan director a ravés del qeu se llevan a los centros educativos acciones relativas a las diferentes conductas adictivas y ue están dirigidas no sólo a los alumnos, sino también a sus profesores y a sus padres.