La plantilla de la Policía Nacional de Ribeira celebró hoy la festividad de sus patrones, Ángeles Custodios, siendo arropada por representantes del tejido social y asociativo de la capital barbanzana y de las fuerzas de seguridad de la comarca. Los actos comenzaron en torno a las once y media de la mañana con una misa en la iglesia parroquial de Santa Uxía, que fue oficiada por el sacerdote de la unidad pastoral de la zona, Alfonso Mera, Seguidamente, la comitiva se trasladó al salón de actos de la Casa do Mar, en el edificio del Instituto Social de la Marina (ISM), con el desarrollo de un acto institucional, en la que el atual comisario, Diego Amaya, disculpó la ausencia del alcalde, Luis Pérez, por estar ocupado atendiendo cuestiones realcionadas con la seguridad ciudadana, concretamente en una reunión con vecinos de la Rúa Cordieiro y afectados los daños en coches, que el domingo aparecieron rayados o con retrovisores arrancados.

En ese acto se rindió un homenaje a los excomisarios José Diaz y José García, a los que se les entregó un diploma de inspectores jefes honorarios. Igualmente, a dos de sus agentes, Constantino Cernadas y Eusebio Gómez, se les impuso la cruz azul por sus 20 años de servicio policial. Además, se concedieron tres cruces blancas al mérito policial, concretamente a Jorge Outeiral por haber auxiliado cuando se encontraba franco de servicio a un hombre que sufrió un infarto en A Pobra, a Carmen Olveira por su labor al frente del departamento de Extranjería y a Diego Rodríguez por sus servicio en la unidad de Seguridad Ciudadana. Además, tal y como viene haciendo en los últimos años, la Policía Nacional quiso hacer un reconocimiento a la labor de algún civil, con la entrega de una metopa, y en esta ocasión de correspondió a Marcos Losada, profesor vigués de Educación Física que a media tarde del sábado de la pasada Semana Santa, concretamente el 8 de abril, se metió en el agua de la playa de O Vilar para rescatar a un muchacho de 14 años que era incapaz de regresar a la orilla, pues le arrastraba, la corriente y al ue mantuvo a flote durante muchos minutos. Cabe recordar que en aquel rescate también colaboró un surfista, que fue en auxilio de ambos con su tabla, en la que se pudieron apoyar, y el helicóptero Pesca I de Gardacostas de Galicia, cuyos rescatadores los recogieron del agua y los trasladaron al Hospital do Barbanza. 

 

A su remate, los asistentes se desplazaron a un tercer escenario, que fue las dependencias de la comisaría, en cuyo aparcamiento subterráneo se sirvió un aperitivo variados, tales como empanadas, tortillas, embutidos y quesos, así como mejillones, zamburiñas, sardinillas y navajas en conservas regados con vinos, cerveza, refrescos y agua. Durante la aproximadamente una hora en que se prolongó ese ágape se repitieron las felicitaciones a los homenajeados y los reconocimientos a la labor que realizan en el ejercicio de su labor de velar por la seguridad de los ciudadanos. Y por último, los policías nacionales y sus familias tuvieron una comida más íntima en el restaurante El Gourmet Alján.