Residentes en la Avenida Romero Ortiz, en pleno casco urbano de Ribeira, solicitan al Concello que agilice en la medida de lo posible los trámites para adquirir y demoler una vivienda de esa zona, que es uno de los principales puntos de compraventa de droga, así como otro inmueble abandonado de esa misma calle, para que se respete la alineación de la calle y habilitar espacios públicos. Así reaccionaron los vecinos después de que, a las 21.50 horas del miércoles, se registrase un incendio en la narcocasa y tuvieran que ser ellos los que contactasen con el 112 para alertar de lo que pasaba al ver salir gran cantidad de humo del edificio frecuentado por toxicómanos. Señalaron que las intervenciones para las que reclaman celeridad permitirán erradicar el problema de menudeo de estupefacientes y la preocupación que tienen de que se registren este tipo de sucesos y episodios de conflictividad.
Desde el centro de coordinación de las emergencias indicaron que llamaron a las Policías Local y Nacional, así como a Protección Civil y Bomberos de Ribeira para informarles del suceso. Al lugar del suceso acudieron una patrulla de agentes municipales y la dotación de guardia del Consorcio Provincial Contraincendios e Salvamento da Coruña con base en Xarás, que también reclamó la presencia de la Policía Nacional debido a la peligrosidad que podría suponer una intervención en ese sitio, pero no acudieron. El comisario, Diego Amaya, indicó que si no se desplazaron fue porque “no se tuvo conocimiento del hecho”, precisando que nadie les avisó, pese a que podrían haber acudido “ya que disponíamos de dos radiopatrullas uniformados -cuatro policías- en ese momento, así como de varios integrantes de la Policía Judicial”, precisó.
Los equipos de extinción pudieron comprobar nada más llegar que la puerta del inmueble estaba abierta y que de su interior salía mucho humo. Una vez dentro, comprobaron que el fuego estaba focalizado en la planta baja -la cocina-, donde las llamas alcanzaron el techo de madera, que se vio dañado, así como el suelo del primer piso. Los Bomberos inspeccionaron el resto del inmueble, pero no había más fuego ni tampoco personas en el interior. La patrulla de agentes municipales procedió al precintado del edificio para evitar la entrada de gente al mismo debido al mal estado en el que se encuentra. Instantes después, alguien rompió el precinto policial y se volvieron a registrar movimientos de entrada y salida de la citada narcocasa.