La Autovía do Barbanza, a su paso por el municipio de Rianxo, fue escenario a media mañana de ayer de dos accidentes de tráfico, consistentes en sendas salidas de vía, aunque en ninguno hubo que lamentar heridos, y en los que la lluvia pudo tener alguna influenci en los mismos. Uno de esos siniestros se registró en torno a las doce menos diez de la mañana y fue de un Audi el que impactó contra la mediana de hormigón en el tramo final de las conocidas como curvas de Vilas, en la parroquia de Asados) a la altura del kilómetro 16, en dirección hacia Ribeira, y se detuvo en la calzada, sin poder reanudar la marcha. 

Fue un particular el que contactó con el Centro Integrado de Atención ás Emerxencias (CIAE) 112 Galicia para comunicar lo sucedido, precisando que no había personas heridas en el mismo, pero que el único vehículo implicado había quedado obstaculizando el carril izquierdo, on lo que entorpecía la circulación. Con esos datos, desde ese servicio de coordinación de las incidencias se informó a la Guardia Civil de Tráfico, a la agrupación de voluntarios de Protección Civil de Rianxo y a la empresa de mantenimiento de la AG-11, cuyos operarios señalizaron el accidente y cortaron la circulción por el carril izquierdo desde prácticamente la parte alta de las referidas curvas de Vilas. Una vez se procedió a la retirada del automóvil siniestrado y a la limpiea de la vía se pudo restablecer la mormalidad en el tráfico rodado en ese tramo.

En el segundo accidente matinal en la Autovía do Barbanza, que ocurrió a las 12.30 horas, se vio implicado un Peugeot 206 cuando circulaba por el carril de la salida de Catoira, situada en el kilómetro 11, en la parroquia de Isorna, y tras pisar el freno para reducir la velociad del coche, perdió el control de este último y colisionó contra el guardarraíl situado en el margen izquierdo de esa calzada y se detuvo en la rotonda situada, resultando ilega la conductora. Los voluntarios de la agrupación rianxeira de Protección Civil que iban hacia el accidente mencionado anteriormente se detuvieron a auxiliar a la impliacada en este siniestro viario. 

En ese caso, también fue un particular el que contactó con el 112 para dar cuenta de lo sucedido y desde dicha central de emergencias se dio cuenta de ello, además de a Protección Civil, a la Guardia Civil de Tráfico, a la Policía Local y a la adjudicataria del mantenimiento de la AG-11. Cuando estaban prestando auxilio a dicha conductora, los referidos voluntarios fueron testigos de cómo una furgoneta derrapó en el mismo carril de salida de la autovía, se cruzó en el mismo, pero la conductora, una mujer de mediana edad, consiguió enderezar el rumbo y evitó el impacto contra la valla quitamiedos, aunque el susto que se llevó la puso bastante nerviosa.