Se llegaron a movilizar hace unos años con una cacerolada en la Praza do Concello de Ribeira para hacerse oír y lograron promesas de los responsables políticos para reformar la vigilancia y la coordinación policial en aras de poner freno a la falta de seguridad y conflictividad existente en Bandourrío. Sin embargo, para los residentes en ese barrio de la capital barbanzana “nada cambiou desde entonces”, según afirma el presidente de su asociación vecinal, José Ramón Oujo, pues precisa que sigue habiendo disturbios, peleas, tráfico de drogas, conflictividad que hacen que los residentes no puedan más, pues también los viven en sus propias carnes con amenazas, robos, rotura de puertas y buzones, así como de los cristales de ventanas a las que les arrojan piedras, pintadas y otros destrozos “e a lista sería interminable, pois todos os días os veciños me contan o insufrible que se fai a convivencia no noso barrio”, asegura Oujo.
El presidente de la entidad vecinal añade que los bares que los echan por las molestias que ocasional sufren represalias y les tiran bombas fétidas o similares. Respecto al episodio registrado a las tres de la madrugada de este lunes en un segundo piso de un edificio de viviendas de la Rúa Murillo, en el que un individuo roció con gasolina la puerta de un domicilio y el descansillo y amenazó a su inquilino con plantarle fuego, algo que afortunadamente no hizo, Oujo indicó que es una incidencia más de las muchísimas que se producen en la zona, pero en el barrio lo señalan como el punto de inflexión para que, de una vez por todas, cambie todo y se acabe con la causa de su malestar, del "ambiente malísimo e horrible no que vivimos", puntualizó Oujo.
El presidente de la asociación de vecinos de Bandourrío indicó que en ese inmueble hay desde hace al menos 8 años un supuesto punto de venta de droga, como otros cuatro que, por lo menos, habría en el barrio, y que se reconocen por el entrar y salir de toxicómanos, y precisó que las fuerzas de seguridad lo saben, pues se lo han comunicado. Añadió que hubo temporadas en que los clientes se estuvieron desplazando a otras zonas para comprar y consumir, pero precisó que últimamente hay “un movemento brutal, cun ir e vir de xente, incluso a horas intempestivas”.
Oujo señala que los vecinos le trasladan que no reciben respuesta cuando requieren la presencia de las fuerzas de seguridad, que simplemente no acuden a sus avisos o que cuando lo hacen ya es tarde. Informó que hace un par de semanas habló con el alcalde, al que informó de lo que está pasando y le trasladó las quejas de los residentes, y espera que se tomen medidas pues, de lo contrario, “se temos que volver saír á rúa a expresar o noso malestar, que ninguén o dubide que o faremos”.
Denuncian en comisaría la amenaza con plantar fuego a un piso en la Rúa Murillo de Ribeira |
La Policía Nacional de Ribeira ya investiga el suceso registrado a las tres de la madrugada del lunes en la segunda planta de un edificio de la Rúa Murillo, en el barrio de Bandourrío, donde un individuo roció con gasolina la puerta de un domicilio y el descansillo y que amenazó con plantarle fuego, aunque finalmente no lo hizo. En la comisaría de la capital barbanzana ya se recibió una denuncia por esos hechos y ahora son sus unidades judicial y científica las que tratarán de aclarar lo sucedido, su motivación y la relación entre los implicados. Cabe recordar que el inquilino de un piso, que es propiedad de otra persona, contactó con el 112 para alertar de que un individuo acababa de obrar de esa manera si no accedía a sus pretensiones.
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