Residentes en el barrio ribeirense de A Carolinas, y más en concreto en las inmediaciones del principio del paseo marítimo de Coroso, denuncian los malos olores que vienen sufriendo en sus casas desde principios de agosto y que vinculan con la red de saneamiento municipal. Indicaron que ello coincide con la ejecución de unas obras para el cambio de las tuberías del alcantarillado que proceden de Palmeira para conducir las aguas residuales hacia la EDAR de Couso y que se está en un momento en el que coinciden el tramo antiguo con el nuevo y sus viviendas siguen vertiendo en la conducción antigua. El portavoz vecinal, Francisco Javier Gómez, manifestó que el Ayuntamiento de Ribeira instaló inicialmente un globo, que rompió, por lo que luego acabaron poniendo dos globos para bloquear la salida de las aguas fecales, para inutilizar esa tubería. Y añadió que en la reunión que mantuvieron el pasado 30 de agosto en la zona afectada con representantes del Ejecutivo local a petición de los propios vecinos, Gómez indicó que aparte de informarles de la solución adoptada se comprometieron a que en un plazo máximo de siete días a instalar un by-pass con una bomba para impulsar las aguas residuales desde la tubería vieja a la nueva y así evitar que queden depositadas en la conducción antigua.
Pese a todo, los residentes indicaron que "fíxose ese apaño, pero os cheiros continuaron dentro das nosas vivendas" y precisaron que este pasado fin de semana se vieron agravados. "É insalubre, non podemos vivir así e o Concello segue sen solucionalo", manifestó Francisco Javier Gómez. El portavoz de los vecinos indicó que "somos un barrio de segunda división que non está no centro de Ribeira e no que vive xente maior, por eso non somos preferentes para o Concello, que é a Administración máis próxima ao cidadán e que debe solucionar os problemas da xente". En este sentido, puntualizó que desde las administraciones hablan de la Agenda 2030 pero en este barrio ribeirense "estanse incumprindo o terceiro e o sexto obxectivos para o desenvolvemento: saúde e benestar non os hai e auga limpa e saneamento tampouco temos". E insistió en que el Ayuntamiento de Ribeira se comprometió a hacer una solución provisional, "e o que fixeron non o sei, pero non funciona. Nas nosas casas cheira, dúrmese mal, levantámonos co mal sabor na boca, non hai quen viva así".
También habló Juana Pena, vecina de ese barrio, que indicó que son muchos más los afectados que los que se concentraron esta mañana al inicio del paseo marítimo de Coroso, precisando que no pudieron acudir, "pero nós estamos tamén aquí por eles", subrayó. Ahondando en las palabras de Gómez, esta mujer declaró que "estamos respirando basura continuamente", y agregó que tienen que dormir con las ventanas abiertas para poder respirar. "Eu teño un problema de bronquios e esto me está afectando moitísimo". Respecto a la solución comprometida por el Ayuntamiento ribeirense dijo que "non sabemos o que meteros, pero non hai maneira de que este cheiro se vaia, e nós vivimos día a día nas noss casas e segue esta porquería. Cremos que xa é o momento de dar solucións e non palabras, que hai moitas e moi bonitas".
La reacción del Ejecutivo local de Ribeira no se hizo esperar. La concejala Herminia Pouso explicó que esta obra que se está llevando a cabo la cogieron en marcha "herdada do Goberno anterior", precisando que en la misma están actuando dos administraciones, una de las cuales es la Demarcación de Costas del Estado y la otra el Ayuntamiento, en lo que afecta al saneamiento, "implementando medidas para minimizar esas molestias que se lles están causando aos veciños". Agregó que se enteraron de que este pasado fin de semana se agravaron esos fuertes hedores dentro de las viviendas de los vecinos, por lo que esta mañana están mirando con los técnicos de la empresa adjudicataria del mantenimiento de la red de saneamiento. Viaqua, para tratar de encontrar la causa por si pudiera ser alguna a mayores de la obra que se está ejecutando y darle soluciones para minimizar el problema. Sospechan de una alcantarilla que no parece encontrarse en la situación que debe estar y van a utilizar los medios para poder valorar su afección e influencia en los hedores. El Ayuntamiento también está valorando la posibilidad de implantar algún bote sifónico para tratar de evitar que los gases asciendan a los edificios. "Estamos para dar a cara e buscar solucións a estes inconvenientes que se están producindo no día a día dos veciños", concluyó Pouso Maneiro.