Toneladas de marisco muerto, principalmente berberecho, inundan las playas de O Porrón, As Cunchas, A Torre y Tanxil, en las que azotan los vientos del sur. Así lo indicó ayer el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Rianxo, Miguel Ángel Iglesias, quien relaciona esos escenarios en los que un mando de bivalvo cubre buena parte de esos arenales con los efectos de los últimos temporales y borrascas de un otoño que está siendo muy adverso. En un primer análisis de lo ocurrido sobre esta catástrofe, señaló que la abundante entrada de agua dulce en la ría arousana debido a las copiosas lluvias y a un mayor aporte de los ríos, como el Ulla, y por efecto de los vientos, están detrás de esa mortalidad. Desde el sector del mar se agregó que todo ello sumado a que, con excepción de algunas jornadas concretas, no se estuvieron registrando grandes mareas que favoreciesen aporte de agua salada que compensase el exceso de la dulce.
El patrón mayor rianxeiro añadió que los mariscadores acudieron por la tarde a realizar comprobaciones y muestreos en relación a las almejas japónica y fina que hay en el medio, pues indicaron que creen que, tras una primera inspección, podría haber muchas vivas y se podrían ser devueltas al mar. De esa manera, para intentar "salvar lo que se pueda", como dijo una mariscadora, durante buena parte de esta tarde, variosprofesionales del sector de a pie bajaron a esas playas y repartidos en grupos, buscaron la manera de devolver al mar las almejas que todavía pudieran salvarse, seleccionando cada pieza para minimizar la sangría que han sufrido los arenales. Según indicaron fuentes del pósito rianxeiro, los rostros de esos mariscadores eran fiel reflejo de que el futuro de la campaña extractiva está más que comprometido.