El estrecho vial que atraviesa la aldea ribeirense de Deán Grande fue escenario en torno a las ocho y cuarto de la mañana de ayer de un tráiler atrapado entre inmuebles situados a ambas márgenes de la calzada. No fue la primera vez que se registra algo semejante, pero si la que, según apuntaron los vecinos del lugar, es la ocasión en al que los daños provocados fueron más importantes, pues derribó un inmueble de piedras de gran tamaño y causó destrozos en un parte del tejado de otra casa, en la que arrancó por completo la bajante de un canalón, entre otros desperfectos.
El vehículo pesado, que se dirigía a una fábrica emplazada en esa zona, accedió hacia ese sitio desde la Avenida da Coruña, a la altura del barrio de O Caramecheiro, en donde hay una señal que informa de que en un tramo de 700 metros la anchura máxima de paso por la calzada es de tres metros, que aunque no los tenga el vehículo la dificultades de maniobra son importantes en zonas de curvas seguidas. Pero, el camionero siguió la ruta por la que, erróneamente, le guió el navegador GPS, la misma causa que en anteriores ocasiones.
A ese lugar se desplazó una patrulla de la Policía Local de Ribeira, que permaneció hasta alrededor de la una y media de la tarde en que, tras muchas maniobras, enganches y desenganches del semirremolque a la cabeza tractora y la toma de decisiones sobre las forma de intervenir, el camión pudo seguir su rumbo, y se restableció la normalidad en el tráfico en esa zona, después de estar interrumpido durante más de cinco horas. Los vecinos del lugar reclaman que se refuerce la señalización para tratar que, en la medida de lo posible, los tráilers no accedan por allí.