Mónica Buela, médico de Atención Primaria en el centro de salud de Ribeira, advirtió en la concentración del viernes de los trabajadores de dicho ambulatorio en demanda de soluciones para la delicada situación que padece desde hace mucho tiempo ese servicio sanitario, que cada vez está habiendo más violencia y peligrosidad y que los facultativos se enfrentan a situaciones cada vez más peliagudas y dificultosas para el ejercicio del día a día. Pues la madrugada de ayer fue un ejemplo de lo primero de lo que habló, pues en torno a las 5.00 horas del sábado se registró una agresión en la que, supuestamente, un joven de nacionalidad extranjera le golpeó a otro, de unos 40 años y vecino del centro de la ciudad, con un vaso de cristal en la zona de la movida nocturna de Ribeira, en el barrio de Bandourrío, concretamente en el entorno de las calles Manzanares y Cervantes. Como consecuencia de romperle ese vidrio en la testa, la víctima sufrió varios cortes en la cabeza, por los que sangraba abundantemente, según indicaron varios testigos.

Fue un particular el que a la hora referida contactó con el Centro Integrado de Atención ás Emerxencias (CIAE) 112 Galicia indicando que se estaba registrando una pelea en un establecimiento hostelero concreto y fue entonces cuando sus gestores dieron traslado de esa incidencia a la Policía Local y Nacional, que desplazaron a sus patrullas de guardia hasta el lugar, encontrándose a una persona en el exterior del local de copas con la cabeza abierta y de la que manaba gran cantidad de sangre, y se interesaron por él y al conocer el alcance de sus heridas, fue cuando seguidamente le recomendaron que acudiera al centro de salud, que está situado cerca de donde se encontraba, algo que hizo andando, por sus propios medios.

La víctima indicó que el agresor le había estampado el vaso de cristal en la cabeza sin que previamente hubieran tenido contacto alguno, precisando que sabía quien era y que lo tenía perfectamente identificado, y anunció que tenía intención de denunciarlo. Algunos de los agentes de las fuerzas de seguridad acudieron posteriormente al PAC para interesarse por el herido, mientras otros estuvieron realizando una batida para buscar y tratar de localizar al supuesto agresor por la zona de la movida y su entorno. Sin embargo, todos los intentos por encontrarlo resultaron infructuosos en el transcurso de la madrugada del sábado.