El Consello Escolar del colegio de Corvillón, en Cambados, se reunirá hoy de urgencia después de que dos policías locales resultaran heridos a primera hora de la mañana de ayer –uno sufrió una rotura de peroné y ligamentos– cuando intentaban evitar que un hombre fuera de sí entrara en el patio tras andar deambulando por la zona y que según testigos presenciales “non estaba nos seus cabales”.
Las familias están preocupadas porque el detenido reside en una casa “conflictiva” situada a menos de cien metros y aunque nunca se había registrado nada relacionado con el colegio, “non se pode tentar á sorte desta maneira”, expone su director, Sergio Abal.
Desde la ANPA, su secretario, Óscar Estévez, señala que hace un par de semanas que existe “preocupación” entre los vecinos por el movimiento de personas en torno a esta vivienda que también está cerca del parque infantil de A Seca y, de hecho, ya no dejan que los niños vayan solos . La Guardia Civil ha tenido que acudir en varias ocasiones, pero más bien por la tarde y hacia la noche, y el propio Concello reconoce que “non é a primeira vez que se producen conflitos”, según el alcalde, Samuel Lago.
En el Consello Escolar estarán las autoridades municipales a los que la comunidad escolar “quere pedir asesoramento para saber que se pode facer porque tampouco o temos claro e despois disto, a preocupación manifestada polas familias é maior”, expone el director.
El Concello anuncia más vigilancia, pero en cuanto al resto afirma tener las manos atadas: “Non é a Idade Media, non podemos desterrar a ninguén”
De primeras, el regidor anuncia un aumento de la vigilancia policial en la zona y luego trasladarán el asunto a Servizos Sociais para que estudie “as condicións de habitabilidade desta casa e das persoas que alí residen para pasarllo as autoridades competentes, á Fiscalía ou ao xulgado, e que tomen as medidas que estimen oportunas”.
Lago explicó que el Concello “non ten moita máis capacidade nestes casos. Non podemos desterrar a ninguén, isto non é a Idade Media, pero tampouco queremos marxinar a persoas que poidan precisar de amparo das administracións, por eles e por os veciños, claro”, añadió.
Desde luego, todos los testigos señalan que el hombre, que está acusado de los delitos de atentado contra la autoridad y de resistencia y que fue trasladado a un hospital, no se encontraba en un estado normal. Las fuentes consultadas señalan que podía estar bajo los efectos de alguna sustancia y los testigos certifican que no respondía coherentemente y que más que intentar entrar en el CEIP de Corvillón por algún motivo, lo que quería era escapar. “Seguramente tenía miedo y se vio acorralado”.
Uno de ellos fue el propio director. Eran sobre las ocho menos veinte y dentro solo estaban los niños del Plan Madruga –no se enteraron–. Fuera del recinto empezaban a llegar algunos padres con sus hijos y Sergio Abal –del que se alabó su intervención– vio que el hombre estaba deambulando y gritando por las inmediaciones. “Estaba como pedindo axuda e ademais estaba descalzo, así que me acheguei por se precisaba algo e xa lle vin a cara desencaixada e a mirada perdida e dinme de conta de que non estaba sendo consciente”, relató. Hacía ademán como de abrir la verja del patio, pero se apartaba cuando el docente se lo pedía. No obstante, ante su insistencia de seguir este camino, llamó a la Policía Local.
Una patrulla dirigida por el jefe, Jesús Chan, llegó al lugar e intentó tranquilizarlo y comprender lo que le pasaba, pero se subió a la verja y cuando intentaron bajarlo se resistió pateando a los gentes y cayendo de espaldas sobre uno de ellos.
El pie derecho del agente quedó totalmente rotado de forma antinatural y después se confirmó que había sufrido una rotura del peroné y de ligamentos por la que ayer por la tarde fue sometido a una operación de urgencia en el Hospital do Salnés.
Su compañero recibió golpes en la cabeza y en otras partes del cuerpo y presentaba un hematoma en la mano y, aunque en un primer momento fue atendido en el centro de salud, hoy tenía previsto someterse a un nuevo examen médico. Consiguió reducirlo gracias al apoyo del director y a otras personas que estaban esperando a entrar, pero no sin realizar un gran esfuerzo para poder esposarlo porque “estaba fuera de sí”.
El oficial explicó que las diligencias abiertas se trasladarán a la Guardia Civil, quien también envió al lugar a varias patrullas. Para entonces, cuentan los testigos que el hombre mantuvo una actitud más tranquila, pero volvió a ponerse nervioso cuando trataron de introducirlo en el coche policial.
Finalmente fue atendido por los sanitarios de una ambulancia, al igual que el agente con las heridas de mayor gravedad, y fue evacuado a un centro hospitalario para someterlo a una evaluación.