La Avenida de Galicia va a estar en obras lo que resta del año porque a finales de septiembre se iniciará el proyecto municipal de renovación de aceras y servicios básicos, coincidiendo con el de saneamiento que actualmente ejecuta Augas de Galicia. Los trabajos afectan a ambos márgenes y la Concellería de Tráfico ha trazado un plan de tal manera que ambas empresas se turnen para no cerrar los pasos de todo el tramo –desde Catro Camiños hasta el Alto do Breixo– ni ocupar toda la calzada, instalando semáforos de regulación alterna.
El concejal José Ramón Abal Varela pidió disculpas por adelantado a los vecinos “polas molestias e imos intentar que as obras xeren os menores inconvintes posibles dentro do que cabe”. Preguntado por la posibilidad de haber retrasado el inicio del plan del Concello respondió que “non era posible porque andabamos moi xustos para cumplir os prazos de xustificación da axuda, porque isto xa é o Plan +Provincia de 2023”.
Cabe recordar que son 223.000 euros y dos meses de ejecución para cambiar la deteriorada red de saneamiento, abastecimiento y pluviales, así como renovar las aceras –seguirán siendo de loseta hidráulica, pero “cun deseño máis actual”– en un tramo de 300 metros en la acera derecha en dirección a Castrelo, entre Catro Camiños y la calle Valvanera.
Los peatones y los coches ya conviven desde hace unos días con las del proyecto de incremento de redes separativas de pluviales y saneamiento que la Xunta lleva meses ejecutando en diferentes partes de la localidad y que resultará fundamental para avanzar en el saneamiento de la ría de Arousa, evitando que las aguas sucias lleguen sin depurar. Una iniciativa millonaria que ahora se nota en el margen izquierdo de la Avenida de Galicia a partir de Catro Camiños, en la PO-550.