La asociación vecinal y cultural O Batuqueiro de Vilariño celebró hace unos días elecciones a su junta directiva resultando elegida como presidenta Silvia Fernández. Toma el relevo de José Rodríguez, que lo ha dejado por motivos personales. Ocupaba el cargo desde su fundación, hace 11 años, para frenar la construcción de una estación de alta tensión en la parroquia, y lo consiguieron. Desde entonces fueron evolucionando y a día de hoy son una de las principales fuentes de actividades para sus vecinos, además de valedores de sus intereses cuando se trata de defender y reivindicar mejoras, como fue la de la seguridad vial en la PO-300, las más reciente.
Fernández lleva muchos años ligada a la asociación y, de hecho, ocupaba la vicepresidencia. Explica que para esta nueva etapa quieren consolidar el San Juan y aumentar el número de grandes eventos en la parroquia, como el magosto que ya celebran y que siempre causa furor. Está abierto a todos los vecinos, sean socios o no, también como un modo de que “a xente se anime, nos coñeza e a asociación crezca”.
Tampoco se olvidan de viejas reivindicaciones como las mejoras en el campo de la fiesta de la parroquia, más concretamente, “poder contar cunha zona cuberta porque non temos ningunha e os invernos son longos. Agora temos que andar con carpas plegables. Pedimos algo similar ao de Corvillón, non pedimos máis”, explicó la presidenta. Asimismo insistirán en el arreglo del parque infantil, que el Concello iba a atender en diciembre, pero siguen esperando.
También seguirán con sus cursos y actividades, tanto en el centro social como en la antigua unitaria de Cobas de Lobos, donde los más mayores tienen talleres de memoria. Para algunas cuentan con ayudas de la Diputación, pero logran mantenerlas todo el año gracias a las cuotas de los socios, una vez se acaba la subvención. También reciben una ayuda más cuantiosa del Concello en los últimos tiempos, aunque les han pedido un monitor para realizar más actividades pensadas sobre todo en los más mayores, pues, aunque organiza algunas en el centro urbano, “a xente maior non se vai mover e son pola mañá e sabemos, por experiencia, que non é bo horario porque están cos seus quefaceres cotiáns”, añadió Fernández.