El Concello de Cambados está ultimando la constitución de una comunidad energética que “beba” de la producción de una red de paneles solares que extenderá por el municipio, empezando por el centro sociocultural de A Mercé, el centro de día y el edificio administrativo de Rúa Ourense. El arranque es suyo, pero estará abierto a los vecinos interesados en sumarse y beneficiarse así de reducciones en la factura de la luz.
Para la puesta en marcha de esta iniciativa, el cuatripartito ha conseguido 36.000 euros en subvenciones de la Xunta. Por un lado, el Instituto Enerxético de Galicia le ha concedido 25.935 euros a los que sumará otros 17.300 de fondos propios para colocar los fotovoltaicos en estos edificios públicos. Está en proceso de contratación y la previsión es tenerlos en octubre.
Y por otra parte tiene “preconcedida” una ayuda de 11.000 euros para sufragar todos los gastos de asesoría relacionados con la constitución de la comunidad energética. Convertirse en productor de energía es un proceso bastante tedioso que requiere de múltiples trámites administrativos, empezando por la redacción de unos estatutos.
El alcalde, Samuel Lago, explica que esperan ponerla en marcha este mismo mes y todavía no han definido cómo podrá ser la entrada de particulares interesados, de hecho, no descartan el cobro de una cuota de ingreso de carácter simbólico. Además señala que su creación facilitará la captación de ayudas porque cada vez salen más convocatorias con este destinatario y su propósito es poner más placas solares.
Las de A Mercé, el centro de día y el edificio de Ourense no solo estarán destinadas a rebajar la factura de la luz en estos inmuebles; los residentes en un radio de dos kilómetros podrán beneficiarse, pero Lago calcula que gracias a su ubicación, podrán cubrir prácticamente todo el centro urbano. El funcionamiento es bastante sencillo, el excedente de energía producida se “vierte” a la red eléctrica general y con esta contribución se pueden lograr reducciones en el factura de la luz de las compañías.
Las administraciones superiores cada vez apuestan más por potenciar estas comunidades energéticas, que en O Salnés son casi desconocidas. Si se sabe algo es gracias a la única existente a día de hoy; una iniciativa pionera de un grupo de vecinos de A Illa cuyo proyecto piloto “Mar&Luz.1” arrancó en febrero para suministrar a 12 familias, el Concello y la lonja con su planta fotovoltaica con una capacidad de producción máxima de 33 kW de potencia.
El Concello de Ribadumia también anunciaba este verano que está dando los pasos para crear una a través de la Oficina de Transformación Comunitaria del programa +Renovable de la Diputación de Pontevedra. Y es que será el camino a seguir y la Mancomunidade do Salnés, que agrupa a los nueve concellos, también tiene el plan Sol Rural O Salnés (SOROS) con el que pretende fomentar la creación de este tipo de sociedades en la comarca. Hace unos meses presentó la propuesta a unas líneas del Ministerio de Transición Ecológica para obtener fondos europeos Next Generation. Además, cabe recordar que hace años que creó una planta fotovoltaica para rebajar la costosa factura eléctrica para potabilizar el agua y distribuirla.
El Concello ya maneja paneles solares en las instalaciones de la piscina –colocados tiempo después de su reforma– y su propósito es colocar más en el tejado, para el resto de las instalaciones de O Pombal. Lo cierto es que ya son muchos los ayuntamientos de O Salnés los que avanzan en este sistema sobre todo pensando en equipamientos que presentan grandes consumos, como las piscinas. El de A Illa fue uno de los pioneros y una de las últimas grandes acciones en este sentido es la de Ravella, con la colocación de placas fotovoltaicas en la reforma del pabellón de Fontecarmoa de Vilagarcía.