El Concello ha adjudicado por 9.500 euros los trabajos de eliminación del horrendo grafiti realizado hace un año en el Muíño da Seca, un elemento con protección BIC y de los pocos ejemplares de esta singular construcción de mareas que siguen en pie en Galicia, e incluye los del lavadero de la “Fonte de Fefiñáns”. El proyecto contempla la combinación de un láser especial y de otras técnicas con la esperanza de eliminarlos por completo, pero el restaurador encargado, Jose Aguiño, advierte que el dispositivo electrónico “non é unha panacea” y que la intensidad de la pintura y las deficiencias de la piedra y su gran porosidad, no van a ayudar.
El experto de Esteo Técnica na Conservación e Restauración irá tomando decisiones conforme vaya avanzando en los trabajos y en base a los preceptos recogidos en el proyecto, que también redactó él, y que están a la espera de la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio para empezar. De hecho, no se atreve a asegurar la completa eliminación de las pintadas, sobre todo en el caso del molino, pues fueron realizadas a conciencia: “Foi dada con moita intensidade, está moi cargada e incluso hai chorretóns de pintura moi espesa”.
Detalla que con el láser hay ciertas garantías en los colores negros y “o máis probable é que se quiten”. Pero recordó el caso de las pintadas de “Kiss” sobre una escultura de la Catedral de Santiago donde también se empleó este método y después aún quedaron rastros de los pigmentos azules, porque “non é a panacea”, advierte.
El dibujo tiene otras tonalidades verdes, amarillas, azules y rojas que quizás no respondan tan bien porque cada pigmento tiene una composición química diferente y, de hecho, contempla la aplicación de una mezcla “axeitada doutras técnicas como o emprego de disolventes en xel, entre outras”, que irá combinando.
A todo esto suma que la piedra está “moi deteriorada”, pues se trata de un material muy poroso y afectado por la salitre del entorno en el que se encuentra, así que “temos un problema bastante grande”, reconoce.
El mismo sistema de trabajo seguirá en el lavadero de Fefiñáns, ubicado junto a la oficina de empleo, y que también presenta unas pintadas bastante feas. También se trata de un bien catalogado, aunque no con el grado de protección del molino que precisamente es BIC y este año ha sido objeto de un programa de celebración por su 400 aniversario. De hecho, la pintada causó gran malestar en el Concello y el propio concejal de Patrimonio, Xurxo Charlín, volvía a cargar contra los autores, nunca identificados, a pesar de la denuncia policial, porque “danan o patrimonio e a imaxe da nosa vila”. También hizo un llamamiento a la colaboración de los vecinos en el cuidado de estos elementos y en la denuncia de actos vandálicos como estos “xa qué unha obriga de todos os cidadáns”.
El edil explicó que los 9.500 euros de la redacción del proyecto y la limpieza en sí se cubrirán de manera íntegra con una ayuda de la Diputación para, entre otras cosas, rehabilitaciones patrimoniales, y detalló que los costes se incrementaron porque la Xunta requirió un proyecto de restauración realizado por un experto.