La escasez de vieira en la Ría de Arousa marca una campaña con recurso más pequeño en el mercado y mejor pagado

La flota no hará el parón habitual por estas fechas y en un mes extrajo 34 toneladas, 12 menos que el año pasado
La escasez de vieira en la Ría de Arousa marca una campaña con recurso más pequeño en el mercado y mejor pagado
Imagen de archivo de una embarcación tras una jornada de extracción de vieira en esta campaña | MÓNICA FERREIRÓS

La campaña de la vieira en la Ría de Arousa no hará su habitual parón de estas fechas y continuará por lo menos en enero. Acaba de cumplir un mes confirmando que este año es mala y tras la extracción de unas 34 toneladas entre los dos planes vigentes (Cambados y Rianxo), lo que supone 12 menos con respecto al mismo periodo de la anterior. La escasez, principalmente atribuida a eventos ordinarios en las poblaciones de bivalvos, ha provocado que las empresas bajasen sus aspiraciones de talla comercial hasta los 11 centímetros, es decir, medio centímetro menos de lo que reclaman los mercados –cuanto más grande, mejor– y un centímetro más de la talla legal.  

 

Hasta siete euros en diciembre

También suscitó otros cambios como que la firma Artesa, asociada este año con la Cofradía de Rianxo, aumentase en diciembre el precio que paga a la flota hasta los siete euros el kilo. Según explica su patrón mayor, Miguel Iglesias, esto animó la participación de embarcaciones e incluso atrajo a algunas cambadesas, contabilizándose una docena en los últimos días, cuando al principio se podían contar con los dedos de una mano. No obstante, en enero se ha vuelto a los 6,25 euros que también paga la empresa Porto de Cambados –lo subió por segundo año consecutivo en 25 céntimos– y que es propiedad del Pósito cambadés y donde, una vez más, toda la producción navideña se vendió, es decir, unos 27.000 kilos.


Su gerente, Javier Milleiro, explica que si hubiera habido más cantidad más habrían vendido y que esta semana habían quedado en la cámara 13 unidades que se llevó una particular que se acercó a la planta de Tragove. Los clientes ya fueron advertidos a principios de diciembre de que había escasez  y el responsable explica que pudieron completar los pedidos y la única diferencia con respecto a anteriores fue el caso de las plantas de supermercados.


“La idea era empezar antes para ir abasteciendo a los distribuidores e ir congelando lo máximo posible para tener un stock destinado a cubrir las grandes cantidades que solicitan los supermercados, pero no fue posible, así que este año no tenían en catálogo la vieira gallega de Cambados y lo que hicieron fue promociones los días previos a las grandes celebraciones”, señala Milleiro.  

 

Cambio de zonas

En Cambados tenían ayer una reunión para definir el trabajo de los próximos días y su patrón mayor, Alejandro Pérez, explicó que la idea es abandonar la zona IV para “deixala descansar” y en los días venideros pasarse a la III y durante por lo menos una semana. Posteriormente se analizaría la posibilidad de probar en aguas más exteriores, en las zonas I y II, pero estaban a la espera de los resultados del Intecmar sobre si los niveles de toxina ASP están por debajo del límite legal.


Ambos planes trabajan en las mismas zonas y el patrón rianxeiro considera que, aunque se venda a empresas diferentes, “o ideal” sería que hubiera un solo plan en la Ría y que la Xunta debería intermediar en este sentido, pues considera que “sería máis beneficioso para os mariñeiros”. De hecho, asegura que por su parte lo intentaron. 

 

No obstante, también defiende la decisión que les llevó a tener uno en solitario y la continuidad a pesar de los pocos kilos que se están extrayendo en su caso, una media de unos 500 diarios y que hacen un total desde el inicio de la campaña de algo más de 6,6 toneladas. “É unha maneira de darlle saída aos barcos porque o bou de vara tamén vai mal e doutro modo ían ter que amarrar”, declaró. Iglesias recordó también que las embarcaciones rianxeiras no son de tanto caballaje como las de Cambados, donde hay más tradición de extracción de este recurso. 


Así las cosas,  y aunque no “hai moita fe” con que los cambios de zona mejoren una campaña escasa, como reconoció el patrón cambadés, no habrá el parón de una o dos semanas habitual tras los días grandes de Navidad y la extracción continuará una par de semanas más, por lo menos.


El objetivo de las empresas evisceradoras –tienen una autorización específica– y comercializadoras que les compran a Rianxo y Cambados es hacer un stock en congelado –mediante un sistema moderno que respeta el producto– para abastecer el mercado durante el resto del año, cuando hay poca, pero se demanda vieira gallega. 


Está por ver si la Festa da Vieira de verano de Cambados no corre peligro. En 2019 se suspendió para no quedarse sin producto en otoño. 

 

 

La escasez de vieira en la Ría de Arousa marca una campaña con recurso más pequeño en el mercado y mejor pagado

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