Las policías locales y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado intensificaron ayer los controles en las carreteras principales y secundarias como parte de un dispositivo a nivel nacional para disuadir cualquier tentación que pueda surgir entre la ciudadanía de desplazarse con motivo de la Semana Santa. Esta posibilidad es una realidad y de hecho localidades vacacionales como O Grove pidieron un refuerzo de los dispositivos y ayer se dejó notar en la rotonda de O Vao en la carretera de A Lanzada, el único acceso por tierra a la localidad, y también en el resto de viales del centro urbano, con la presencia de la Policía Local meca mediante la coordinación entre ambos cuerpos. Pero según el alcalde, Jose Cacabelos, esta primera jornada se saldó con “buenas noticia” porque “ninguna persona no residente entró en O Grove sin causa justificada”, según se indica en el decreto de alarma. Con todo, a pesar del “estricto cumplimiento”, el regidor reconoció que existe mayor riesgo entre hoy y el próximo lunes, así que se reforzarán las medidas.
El único no residente permitido
En todo este dispositivo, la anécdota la puso un hombre no residente en la localidad, pero el asunto se aclaró en seguida tras demostrar que lleva viviendo en un piso de alquiler en el municipio desde febrero y por tanto mucho antes de la adopción de las medidas de confinamiento. Sin embargo, las informaciones de que hay gente preparando pisos y viviendas de segunda residencia y con intención de pasar la Semana Santa en la villa meca siguen existiendo.
La propia jefa de la Policía Local, Ana Peña, lo indicaba ayer y recordaba el caso registrado la semana pasado por sus agentes, y adelantado por Diario de Arousa; cuando una mujer de Madrid decidió confinarse en O Grove tras terminar su trabajo en la capital española en lugar de elegir su residencia de empadronamiento: Santiago de Compostela. De hecho, se le abrió una sanción y ayer los policías también estuvieron muy pendientes del tránsito en la entrada del puente de la Illa da Toxa, donde se concentra un buen número de este tipo de domicilios. Según la agente, desde el inicio del confinamiento el cuerpo local, que ahora está bajo el mando de la Subdelegación de Gobierno, han interpuesto una docena de denuncias; algunas de ellas por desobediencia reiterada. “Hai que tomar conciencia de que é polo ben de todos”, añadió la jefa, recordando que tiene el noble fin de evitar la expansión del contagio del coronavirus, que puede ser letal entre la población de riesgo y colapsar el sistema sanitario ante un boom de enfermos.
Dispositivos en toda Arousa
Con todo, en O Grove también esperan que los controles extendidos por toda la comunidad y el Estado eviten la llegada de turistas. Lo mismo sucede en el otro gran destino turístico ubicado en O Salnés, Sanxenxo, donde los vecinos pudieron ver a la Policía Local realizando controles, pero el alcalde, Telmo Martín explicó que estas vigilancias se han intensificado en los accesos “desde hace diez días” por la “estrecha colaboración” con los cuerpos policiales y militares. Es más: “Estoy convencido de que no hay ninguna posibilidad de que nadie pueda desplazarse desde sus respectivos destinos a otras ciudades”, manifestó el regidor quien, aún así, apeló a la “responsabilidad” de la ciudadanía para cumplir el confinamiento marcado por el estado de alarma.
Los despliegues de gran calibre también se notaron en otras localidades como Vilanova, con parada a todos y cada uno de los coches, en Bamio (Vilagarcía), Catoira, etc.