El alcalde de O Grove, José Cacabelos, se reunió ayer con la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, y la edila de Turismo, Miriam Louzao, para conocer la tramitación que llevó a cabo el concello compostelano para la implantación de la tasa turística. Un encuentro que sirvió también para mostrar un frente común frente a la Xunta, a la que solicitaron que sea Atriga (Axencia Tributaria de Galicia) la que gestione este tributo.
En este sentido, Cacabelos demandó que la tasa turística (que quedará aprobada la próxima semana en el Parlamento con la aprobación de la ley de medidas fiscales y administrativas que acompaña a los presupuestos de la Xunta de 2025) se legisle a través de una ley propia debido a la importancia que tiene el sector turístico en Galicia e hizo referencia a las posibles dificultades que los concellos con menos personal, como el caso de O Grove, pueden tener con respecto al trabajo de recaudación del impuesto, por lo que exige que sea la propia Xunta la que lo gestione.
Asimismo, el regidor reiteró su objetivo de implantar la tasa turística en la villa. Sin embargo, aclaró que no está contra la llegada de visitantes —”O Grove vive do turismo”, señaló—, sino que se trata de un problema de financiación local, que provoca problemas para ofrecer servicios municipales, especialmente en la época de verano, cuando, incluso, se llega a cuadruplicar la población en la península meca.