“A veces basta con un poco de cemento” es una frase pronunciada ayer en el marco de la experiencia vivida por un grupo de personas con problemas de movilidad de la asociación Amizade con Guimatur de Cambados. Pero no se trató de una salida más para dar a conocer la profesión del marisqueo a pie ni los tipos de recursos ni cómo los recolectan, que también: el propósito era mucho mayor.
Forma parte del desarrollo del proyecto “Avante: construyendo oportunidades para todos y todas a través del ocio marinero”, que está impulsado por la Universidad internacional de La Rioja, desde Redemar, y consiste básicamente en el diagnóstico de las actividades relacionadas con este tipo de ocio marinero para su adaptación a personas con discapacidad y el objetivo final de que supongan una oportunidad de empleo para ellas, pero no solo por el hecho de diseñar itinerarios que puedan servir para otras personas en su situación, si no también para mostrarlo desde su perspectiva.
Rocío Gómez Juncal, la investigadora principal de este programa, que se realiza mediante un contrato de investigación, comentó que quedó demostrado que los miembros de Amizade podrían ser perfectamente guías tras recibir los conocimientos de las mariscadoras. El único problema era llegar al banco marisquero de O Sarrido, pero es algo que tiene solución. “Realmente, muchas veces el problema tiene más que ver con el entorno y no se hacen estas cosas por falta de interés. Nuestro objetivo es demostrar que no hacen falta grandes infraestructuras ni costosas, si no ponerse las gafas de la sensibilidad”, explicó la doctora. De hecho, tuvieron que llevar una rampa para bajar, colocar una lona para evitar que las sillas de ruedas se hundieran y resbalaran y alquilar un par de baños portátiles adaptados. De ahí que reflexione que, a veces, solo es cuestión de aplicar un poco de cemento en una acera para rebajarla y que sea accesible, por resumir mucho las carencias que aún existen en muchas localidades en esta materia.
La actividad con Guimatur, en la que también participó el concejal de Mar, José Ramón Costa, es una más de las que han realizado con otras asociaciones como Fademga y Alba, todas ellas en la provincia de Pontevedra, como parte de este proyecto que está financiado por la Consellería do Mar y en el que también participan entidades como la goleta Evangelina de Rianxo, la agencia Bluscus o Pescaturismo de Sanxenxo, tocando diferentes opciones como las travesías en barco, la pesca del pulpo...
Todo ello con una primera fase de diagnóstico, de ver cómo son las actividades sobre el terreno; una segunda de reflexión, sobre cómo diseñar una propuesta inclusiva, y una final en la que los propios usuarios de las entidades se convierten en los guías. En el caso de la colaboración con la asociación cambadesa será en octubre y el objetivo último es que “esto se convierta en una oportunidad laboral, un nicho de mercado para las personas con discapacidad como guías principales o acompañantes comentando sus propias vivencias o asesorando sobre el diseño de las actividades para que sean inclusivas, o aportando para otras nuevas”, detalló Gómez Juncal.