El alcalde de A Illa, Carlos Iglesias, ha formalizado finalmente la denuncia por la supuesta agresión ocurrida la noche del sábado al domingo, en las celebraciones de las fiestas patronales de San Julián, donde terminó con una clavícula rota tras una mala caída al verse envuelto en un altercado en el que, según explicó, un vecino llegó a cogerlo por la solapa.
Fuentes de la Guardia Civil confirmaron que en la tarde del lunes se presentó una denuncia por la trifulca del fin de semana. El propio regidor confirmaba que, efectivamente, había formalizado el trámite al considerar que este tipo de comportamientos “non se poden deixar pasar”, tal y como había manifestado.
El regidor, en todo caso, resta importancia a lo ocurrido e insiste en que está ya de nuevo trabajando, eso sí, por ahora desde casa. Finalmente, y por recomendación médica, opta por el teletrabajo, al menos durante unos días. El motivo es que los médicos esperan que, debido a la naturaleza de esta rotura, esta tiene posibilidades de sanar por sí sola, sin necesidad de pasar por quirófano. Pero, para eso, se necesita un extra de inmovilización y reposo. En cualquier caso, Iglesias ha decidido seguir trabajando, echando mano de equipo informático, teléfono y medios análogos.
Por su parte, el secretario general del PSdeG, Valentín González Formoso, matizó ayer las palabras de esta semana del portavoz parlamentario de su formación. Luis Álvarez relacionó las “actitudes absolutamente inadmisibles” como la agresión al regidor isleño y el intento de quemar el coche del alcalde de Vilanova con la “crispación social” a la que, a su juicio, “contribuyen de manera decisiva” declaraciones como las que hizo el vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado, al asegurar que Pedro Sánchez es un “presidente ilegítimo”. El propio Luis Álvarez había matizado su discurso a preguntas de los medios, puntualizando que si bien estos sucesos no son “consecuencia directa” de las palabras del vicesecretario del PP, sí que cree que la “crispación social” que alimentan los conservadores llevaría a estos comportamientos.
Ayer, Formoso matizó aún más esas palabras, afirmando que ambas agresiones son “aisladas”. “El PP está creando un clima de crispación que tiene que ver con muchas situaciones de inestabilidad política en todo el país, pero, en ningún caso, con las agresiones producidas a varios alcaldes gallegos”, subrayó. Los socialistas, al igual que PP y BNG, ya habían condenado ambos sucesos.