Belén Pérez y Mari Meis, vecinas de O Grove, son dos de las doce integrantes de un grupo de amigas que jugaban, entre otros números, el 11840 en el sorteo de Navidad. La fortuna ha querido que esa combinación haya sido la ganadora del Tercer Premio y, por lo tanto, se repartan entre ellas un total de 20.000 euros.
“Nos queda para cada una más de tres mil euros, no es mucho dinero, pero es una ilusión y una alegría”, contaba Meis tras haber brindado con los trabajadores de la administración que les dio suerte.
Su idea es gastar este premio en arreglar el coche y viajar a Cartagena: “Iba a ir en coche y ahora voy a hacer el viaje en avión. Tengo que ir en enero a la jura de bandera de mi hijo, voy a ir mucho más cómoda”, añadía la mujer entusiasmada.
Por su parte Pérez no tiene nada concreto en lo que gastar su parte del premio. “Creo que lo que haré será disfrutarlo, vivir unas mejores fiestas y esta Navidad poder hacer unos mejores regalos”, señalaba durante la celebración del premio en la administración, lugar al que acudió con su hija.
Además de tener cada sus propios objetivos en los que gastar el dinero del premio, también tienen uno conjunto. “Lo que está claro es que nos juntaremos para celebrar este premio con una buena cena”, comentaba Meis para después añadir que, además, en otro de los décimos que jugaban también les habían tocado 100 euros, por lo que lo sumarían al bote.
Una tradición
Este grupo de amigas - la mayor parte de ellas trabajan o han trabajado en el supermercado Gadis de Sanxenxo - llevan muchos años jugando juntas a la lotería de Navidad.
Su tradición es que cada una de ellas compra un décimo y así, entre todas, juegan doce números diferentes. La encargada de comprar este décimo premiado fue Belén Pérez, quién señala que su elección fue puro azar. “Lo compré a principios de diciembre, vine a la administración y vi este número, solo quedaban dos décimos y me lleve uno, pero no por nada en concreto. La pena es que no hubiera cogido los dos”, bromeaba Pérez.
Que el premio fuera tan madrugador - se cantó antes de las diez de las mañanas - cogió a las agraciadas todavía en cama. “Me enteré porque otra amiga me envió al whatsapp el número y al verlo me sonaba. Me levanté en ese momento y, efectivamente, era el que había comprado yo”, comentaba entusiasmada Pérez. En ese momento lo puso en el grupo de whatsapp que comparte con el resto de sus amigas y comenzó la celebración para todas ellas.
“Estaba en pijama cuando me apareció Belén en casa con una botella de champán para celebrar el premio”, señalaba Meis. Desde allí pusieron rumbo a la administración situada en la calle Luis Seoane para compartir su felicidad con los encargados de habérsela dado.
“Queríamos celebrarlo con ellos, es una pena que no haya venido más gente que tenga un décimo premiado para poder brindar todos juntos”, indicó Meis.