La obra del parque acuático de Meis lleva meses parada, sin avances desde prácticamente el verano pasado. Desde entonces, toboganes y demás estructuras han quedado a medio construir y la preocupación por el futuro del complejo ha ido en aumento. Los promotores, sin embargo, siguen con el objetivo de sacar adelante el resto de este proyecto y anuncian que los trabajos podrían retomarse hacia el próximo mes de mayo o junio.

En Crelpabe, la firma promotora, Aurelio González explicaba ayer que la semana pasada mantuvieron una reunión de la que salió el objetivo de poder retomar las obras en esas fechas, eso sí, “siempre que el covid lo permita”. La pandemia, reafirma, fue el principal escollo con el que se topó la fase de ejecución, que se fue dilatando en el tiempo. Actualmente, entienden que “con el noventa por ciento de la población vacunada” esa dificultad podrá ser superada. Por ello “creemos que vamos a conseguir ir hacia adelante”.

Ahora mismo renegocian con las empresas proveedoras para intentar recuperar la actividad, subraya. La previsión más inmediata es volver a reunirse hacia finales de la próxima semana para tratar de afinar un poco más la fecha estimada para retomar las obras.

Apertura para junio de 2023

Con este horizonte, no sería ya hasta junio de 2023 cuando podría abrir las puertas el complejo, al menos en su parte de agua. Los juegos en seco y la parte de restaurante podría abrirse al público algo antes, aprovechando el tirón de la época de comuniones, hacia los meses de abril o mayo de ese 2023. Esas son, ahora mismo, las previsiones más optimistas para un proyecto que lleva años gestándose y que, con más de seis millones de euros de presupuesto, supone una de las mayores inversiones en la localidad, en este caso, en el lugar de Penente, en terrenos de la Comunidad de Montes de San Vicente de Nogueira. Los comuneros siguen también de cerca el futuro del proyecto para asegurar el cobro del arrendamiento del suelo, por un periodo de casi tres décadas.

La obra mayor, casi lista

Lo que afirman tajante desde la empresa es que no van a dejar morir este empeño, habida cuenta, además, de que gran parte de la inversión está ya acometida, con el desmonte, movimientos de tierra, instalación de toboganes y demás. González estima que “entre un setenta u ochenta por ciento” de los “movimientos de tierras y estructuras están ya hechas”. El recinto cuenta actualmente con los locales técnicos, oficinas, salidas de toboganes, bar y otros espacios, al menos en lo que se refiere a obra mayor. Otra cosa son los interiores y remates porque, evidentemente, “quedan detalles”. Así que desde la mercantil señalan que, retomada la actividad, esta se hará a un “ritmo mucho más bajo”, ya que “de la obra mayor, no queda ya tanto”.

Meis sigue, pues, a la espera de su eterno proyecto, siempre un poco más cerca, pero no exento de largas dificultades.