Hace más de un lustro que Cambados viene reclamando la reforma de la Casa do Mar y cuando parecía inminente, en 2021, el proyecto quedó atrapado en la burocracia respecto a la licencia de obra, con cruce de culpas entre el Concello y el Ministerio. El caso es que en 2022 parecía que se avanzaba y nada más se supo, pero ahora el Instituto Social de la Marina ha contratado la elaboración de una memoria para la valoración de la rehabilitación y parece que de esta irá la vencida.
Desde Seguridad Social explican que esto se ha hecho para unir las dos fases en que se iba a ejecutar el proyecto y porque “se licitó la primera, pero se detectó un problema de humedades en el local de pensionistas y por consejo del Ayuntamiento, se decidió unir ambas en un solo proyecto que permitirá arreglarlas. Este es el proyecto que ahora está en trámite, el mismo, pero unificado”. Lo cierto es que el asunto de las filtraciones de agua en el bajo del edificio –con caída de falso techo incluida, por lo menos en una ocasión–, nunca fue nada nuevo; todas las administraciones lo tenían presente cuando hablaban del proyecto.
Hasta tenía presupuesto de licitación, algo más de 280.000 euros, y contemplaba el cambio de carpinterías y otras mejoras que le darían un importante lavado de cara al edificio tras 40 años sin tocarse. Pero en agosto de 2022 se daba cuenta solo de una reforma de las oficinas, en la planta superior, para unir las estancias de la Tesorería General de la Seguridad Social a un local anexo cedido por Fomento porque el espacio para los empleados y para la atención al público es escaso.
Así las cosas, ahora se unificarían ambos trabajos, pero tampoco hay fecha de inicio. Lo que espera el Club de Xubilados e Pensionista es no tener que pasar otro invierno lloviéndoles dentro.
Cabe recordar que el inmueble es de la administración estatal, pero la gestión de este local social es de la Xunta y, de hecho, el concejal de Terceira Idade, Tino Cordal, que lleva reclamando el arreglo desde hace seis años, llegó a intentar que se lo cedieran al Concello y realizar ellos las oportunas reparaciones, pero sin éxito.
Para Cambados es importante, pues gracias a este espacio, muchos jubilados tienen un lugar de encuentro para charlar, celebrar bailes y echar partidas de cartas. De hecho, vienen lamentando que las administraciones hablan mucho de envejecimiento activo, pero sienten que poco caso le han hecho con esta situación en concreto.