Medio millar de palilleiras llenaron ayer el pabellón de Xil (Meaño) en la segunda edición de esta cita a la que incluso acudieron artesanas de otras comunidades autónomas y en la que se demostró que hay relevo generacional, también que no solo es artesanía para mujeres.
La organización quiso tener un detalle con Manolo, un trabajador municipal al que las asociaciones tienen mucho cariño en la localidad, como pusierno ayer de manifiesto. El Concello colabora en la cita y el alcalde, Carlos Viéitez también se pasó por allí.
El encuentro contó además con animación musical de la mano de los Danzantes de Cobas y la tuna de la Universidad de Santiago. Asimismo se celebró una comida de confraternidad.