Una peregrinación para visibilizar que el turismo con mascotas es posible

Una peregrinación para visibilizar que el turismo con mascotas es posible
Parte del grupo que ha emprendido esta aventura | Cedida

Hacer el Camino de Santiago es una experiencia transformadora en la que hay tiempo para la reflexión, la comunión con la naturaleza o la desconexión. Una vivencia que, aseguran los organizadores del “Camino Perregrino”, se vive incluso más intensamente si es con “tu mejor amigo”. Así, la influencer Susana Pérez, creadora del perfil @pixel_bordercollie, junto a otras compañeras, decidieron poner en marcha esta iniciativa a través de las redes sociales que, básicamente, consiste en formar un grupo de personas con las que recorrer esta ruta con sus mascotas y que ya cumple su cuarta edición.


En este caso, el itinerario parte desde Vigo para, posteriormente, realizar la Variante Espiritual del Camino Portugués a través de la comarca de O Salnés. Ayer, el grupo —conformada por 24 personas y 22 perros— llegó a A Armenteira y hoy prevén continuar la ruta descendiendo por la emblemática senda de A Pedra e da Auga, pasando por Ribadumia, en dirección a Vilanova. El grupo, además, es diverso y cuenta con participantes de toda España: Barcelona, Murcia, Madrid, Bilbao o Segovia, entre otros. Es además una iniciativa solidaria porque parte de los recaudado se destinará a la protectora Cadeliños, en Barro.


La idea surgió en la posibilidad de hacer “accesible” realizar el Camino de Santiago con perros y poder “visibilizar que el turismo con mascotas es posible”. Una tarea “mucho más complicada, pero que poco a poco se va consiguiendo”. De hecho, en el caso de O Salnés ha recibido el reconocimiento como mejor destino petfriendly 2024 de España por los Premios TravelGuau.


En este sentido, Pérez subraya la “buena acogida” de los alojamientos y restaurantes de la zona, que ya han reservado con anterioridad. De hecho, explica que los animales duermen en transportín para fomentar una “convivencia respetuosa” y no poder llegar a ser una molestia para otros huéspedes —acostumbran a reservar todo un alejamiento solo para el grupo— o trabajadores. 

Una peregrinación para visibilizar que el turismo con mascotas es posible

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