La parroquia de Vilariño recuperó ayer la celebración por todo lo alto de las fiestas en honor a San Antón de A Modia, en la que, como es tradición, tuvo lugar la gran subasta de pezuños, gallos y otros donativos.
Los pezuños, el plato principal de este acto, se cotizó al alza, rondando de media los 25 euros por cada pieza, -había cuarto- superando el precio de años anteriores. Los asistentes también pujaron por gallos, el más caro a 50 euros, y kikos. Aunque se esperaban conseguir más dinero por los gallos, desde la comisión están satisfechos con los precios obtenidos, ya que ahora los pezuños están más caros, “está ben pola tradición da festa”, señala Javier Oubiña. Además, se subastaron dos potes de queimada con el nombre de San Antón, estuches de vino albariño que rondaron los 30 y 50 euros según la bodega, botellas de vino tinto Barrantes folla redonda y una botella de cinco litros de vino rioja que se vendió por 90 euros.
Todo ello son donaciones de los vecinos para colaborar a mantener viva esta fiesta. “Traballamos todo o ano para ter resultado, estamos contentos”, aseguraba Oubiña tras la subasta, con el siguiente objetivo de “encher o campo á noite para disfrutar da verbena”. Y así fue.
Los actos comenzaron a primera hora de la mañana con una salva de bombas y alborada para anunciar el inicio de las celebraciones. A partir de las 10 horas se dieron los actos litúrgicos con una misa rezada y, a las 12 horas, el Coro Parroquial de Tremoedo protagonizó la misa solemne cantada en honor a San Anton, para seguir con la procesión y la gran subasta. Llagada la noche, el barrio de A Modia acogió los actos lúdicos con una gran verbena amenizada por las orquestas Los Satélites y Marbella, además de preparar una queimada y entregar roscas y chocolate a los asistentes, que pudieron participar también en el sorteo de 330 euros repartidos en tres premios..