La reforma urbana en Fefiñáns y su entorno se ha visto interrumpida en estas fechas por ser escenario principal de las fiestas de verano, como la del Albariño. Sin embargo, se retomará en breves, aunque en la fase que no interrumpa la actividad hostelera, es decir, que la zona de alameda donde varios establecimientos instalan sus terrazas y donde se cambiará el actual pavimento por otro drenante, se ejecutará tras la época estival. 

Así lo señala el alcalde, Samuel Lago, quien indica que su propósito es no perjudicar a los hosteleros en unas fechas tan importantes de afluencia de visitantes. Pero la obra no parará por completo, pues hay otras actuaciones del proyecto que se pueden ejecutar como la instalación de la red separativa de pluviales y fecales en rúa Rianxeira y San Benito, para conectarla con el sistema ya separado que se realizó con la reciente reforma de Sevilla. Y es que el actual gobierno local aprovecha estos lavados de cara para mejorar el sistema de saneamiento y con ello reducir los vertidos contaminantes a la ría debido a que existen bastantes tramos unitarios en el centro urbano. 

Con todo, el proyecto está bastante avanzado y por ejemplo, poco queda de la reforma en la intersección con la Avenida de Vilagarcía, donde se ha colocado el mismo pavimento drenante que llevará la zona de alameda paralela a San Benito y se han colocado unas letras gigantes con el nombre de Fefiñáns. De hecho, el Concello ya ha tenido que comprar otra vez una de las letras, la “s”, pues un conductor despistado intentó introducirse en la plaza y se la llevó por delante. Precisamente, este proyecto de reforma, valorado en algo más de 200.000 euros, potenciará la humanización del histórico espacio para que la implantación de su total peatonalización se haga con algo más que unos pivotes y una señalización. 

Escalera rescatada

Una de las partes más importantes y más controvertidas, pero que, tras ver el resultado está gustando, fue el rescate de la escalera frontal de San Benito que se pudo estrenar para el día de este santo, tan venerado en la localidad, tras un proceso laborioso y que incluyó catas arqueológicas para saber si estaba la estructura original. Y se halló, además de un peldaño primigenio, el primero nada menos, y que sería el más antiguo de cuantas reformas tuvo este acceso. 

El último, en el que se eliminó y se hicieron los laterales, fue en los 70 y por un motivo totalmente opuesto al que hoy ha motivado su recuperación: el auge del automóvil y la necesidad de dar fluidez al tráfico que en aquellos tiempos atravesaba la plaza por la vieja carretera de Gondar. De hecho, durante los trabajos se encontró un tramo del asfalto original.

Cambiar la iluminación del pazo, instalar más mobiliario urbano, etc. Son otras de las acciones contempladas en este plan que, entre unas cosas y otras, lleva gestándose más de tres años, pandemia incluida de por medio.